La realidad política de Guatemala
Y luego de 2 años de un desgobierno total aduciendo dificultad para ejecutar debido al sistema corrupto, pero ¿incrementando presupuesto bajo un ambiente inseguro de guerra política, riesgo socio-político económico complicado y con mucho de lo mismo?
Con una clase política hipócrita, de doble moral, de esencia y filosofía basada en intereses partidistas en la búsqueda de poder y riqueza, no se pueden esperar los cambios radicales y sustanciales que necesita urgentemente el país.
Volvemos nuevamente a observar lo mismo de cada cuatro años, candidatos hambrientos de poder y riqueza que están dispuestos a vender su alma al diablo para llegar al poder. Sus discursos algunos más populistas que otros, resultan de una demagogia barata que impacta en la ignorancia de las grandes mayorías.
Al final de cuentas, dentro de las opciones disponibles, aunque basados en las mismas leyes y sistema de malas prácticas de los partidos políticos, hay candidatos que son más aceptables que otros. El desgobierno actual, adolece además de competencia y capacidad con factores aun peores, de sesgo político extremo izquierdista y seguidor y promotor de nuevas agendas.
Observamos candidatos que van más por el cambio para el desarrollo integral de país y la paz, candidatos que podemos rescatar algo positivo dentro de las bases negativas, y otros que quieren ver de rodillas al país, al sector productivo, pero mamando de la vaca con sus oscuros intereses.
El verdadero problema para los que quieren trabajar por el desarrollo, por una justicia de verdad y por un mejor país, son los poderes nefastos de mafias incrustados en el Estado y que afectan el desarrollo y crecimiento del sector productivo del país, que han manejado tradicionalmente el país y no permiten ningún cambio fuera de sus intereses particulares.
Si hubiera un candidato que realmente quiera trabajar por la justicia, y por un desarrollo general e integral de país, ¿cómo se enfrentaría a estos poderes tradicionales que han manejado toda la vida el país y lo tienen de rodillas en un sub-desarrollo galopante? Este cambio llevaría un costo altísimo, en donde desafortunadamente debería correr sangre para lograrlo y realizar la limpieza necesaria.
Nos referimos a cuestionar esta situación; habrá alguien que esté dispuesto a pelear por este cambio a un costo tan alto por más convicción e integridad que por satisfacer intereses personales de poder y riqueza? Creo que difícilmente, debido al sistema consolidado de malas prácticas. Es una fría realidad que nos regresa a aceptar que todos los candidatos con diferente maquillaje son iguales, y que no tendremos los cambios radicales y necesarios y seguiremos en la misma triste historia de toda la vida.
Deben cambiar las bases de la clase política, para que un buen candidato y equipo íntegro y capaz le interese llegar, y que “El sistema les permita trabajar por el país.” Actualmente con el sistema de malas prácticas, si bien nos va con un candidato aceptable, tendremos gente nueva pero con una misma gestión limitada, hipócrita y de doble moral, rendida a los pies de los poderes de las mafias de siempre para seguir más – menos igual, con atraso y subdesarrollo.
Con el candidato inaceptable, o que son parte de estas mafias, nos terminamos de hundir. Entendemos que para lograr los cambios, existen demasiados barreras y factores externos, influencias y poderes que se apegan a formalismos y leyes para esconder sus oscuros intereses.
No queremos ser negativos, ni transmitir un mal mensaje, simplemente estamos observando la realidad con un poco de antecedentes, en el momento actual y no nos queremos engañar.
Nuestra sociedad, en alto porcentaje ignorante en estos términos, no percibe esta realidad, y se deja engañar, otorgando su voluntad a malos Guatemaltecos que nunca velarán por los intereses comunes de toda una Nación.
Si analizamos los candidatos que toda la vida participan en la contienda electoral, hay aceptables, inaceptables y hasta ridículos. Candidatos aceptables, se podrían llamar los políticos que presentan una trayectoria que demuestra su capacidad, experiencia y conocimiento basados en antecedentes dignos en cargos públicos, equipo y plan de trabajo integral y con ideología definida, excluyendo definitivamente a los extremistas, no digamos los izquierdistas.
Los inaceptables, los que han participado en la historia política del país, en cargos públicos, y han demostrado falta de capacidad e integridad, de ideología ó ideología extremo socialista, por lo que son resentidos, farsantes, vividores y grandes corruptos. Y con un candidato ridículo, sin comentarios…
Debería de formarse una ley de partidos políticos radicalmente diferente, sobre bases de buenas prácticas, sobre la ley y porioridades de la Nación, democracia, estado de derecho y bien común, para su planificación y ejecución. Así llegarían a participar personajes íntegros y capaces.
La entidad competente como el TSE (Tribunal Superemo Electoral) debería permitir la inscripción y participación de únicamente 2 partidos, igual que en Estados Unidos. Así no llegaría tanto personaje con hambre de poder y riqueza, con el único y principal objetivo de llegar a saquear los recursos del estado y salir de pobre, como lo ha sido siempre.
Algún día debería cambiar desde un nivel conceptual, el objetivo de llegar al poder a cargos públicos, y que el Estado cumpla su verdadera función para el desarrollo de la Nación…
Carlos Rodas Minondo






