La rama de Al Qaeda en el Sahel abre la puerta a negociar «en el marco de la ‘sharia'» con las juntas militares
Amadou Koufa denuncia los «abusos» cometidos por mercenarios rusos y dice que «superan con mucho» los «cometidos por Francia».
Por dpa
Amadou Koufa, uno de los principales líderes del grupo terrorista Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), ha abierto la puerta a un proceso de negociaciones con las juntas militares de Burkina Faso, Malí y Níger, siempre y cuando las conversaciones «se enmarquen en la ‘sharia'», ante el aumento de la inseguridad en estos países del Sahel.
Koufa ha indicado en declaraciones a Wassim Nasr, periodista de la cadena de televisión France 24, que «la puerta de las negociaciones está abierta para los que quieran negociar en el marco de lo que está aceptado por la ‘sharia'», al tiempo que ha amenazado con una posible expansión de operaciones del grupo en Benín, Ghana y Togo.
El líder yihadista, que encabeza la Katiba Macina, vinculada a Ansar Dine, parte de JNIM, ha denunciado además los «abusos» cometidos por miembros del Africa Corps –antiguo Grupo Wagner– y ha resaltado que «superan con mucho los cometidos por Francia» cuando mantenía tropas desplegadas en estos países.
«Esto contribuye directamente al reclutamiento de peuls en las filas yihadistas», ha explicado, en referencia a que los miembros de esta comunidad son objetivo de operaciones de los mercenarios rusos y las fuerzas de seguridad de estos países por sus supuestos lazos con el grupo terrorista, lo que aumenta su marginación.
Asimismo, ha reconocido que las treguas con la rama de Estado Islámico en la zona, conocida como Estado Islámico Sahel (EIS), son «obligatorias y necesarias», debido a los enfrentamientos registrados en varios puntos por parte de ambos grupos, que compiten por territorios y el reclutamiento de nuevos yihadistas para sus filas.
JNIM surgió en 2017 a raíz de una coalición entre Ansar Dine, Al Murabitún y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), con lo que pasó a ser la rama de Al Qaeda en la región después de que sus líderes juraran lealtad al entonces líder de la organización terrorista, Ayman al Zauahiri, muerto en julio de 2022 en un bombardeo ejecutado por Estados Unidos contra un edificio de la capital de Afganistán, Kabul.
El comité de Naciones Unidas encargado de dar seguimiento a las sanciones contra Al Qaeda y Estado Islámico advirtió en julio de que JNIM supone «la amenaza más importante» en el Sahel debido «al gran territorio que controla o en el que opera», con entre 5.000 y 6.000 combatientes activos.
Por otra parte, destacó que el grupo liderado por Iyad ag Ghali continúa su expansión, «sobre todo en Burkina Faso, pero también de forma significativa en Malí y Níger», en medio del temor a una posible expansión hacia los países situados en el golfo de Guinea, incluido un aumento de los ataques en el norte de Togo.