La neutralidad y la paz son incompatibles
Quod Pertinet – Internacional
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La libertad de expresión, las ideologías, el libre desarrollo de la personalidad, y la religión, entre muchos otros, son asuntos lícitos y controversiales del diario vivir que admiten, permiten, y de hecho generan, debates y polémicas entre ciudadanos con diferentes posturas que deseen deliberar. Otra alternativa con respecto a estos asuntos, es la de optar por la neutralidad, neutralidad que puede obedecer a que no importa el asunto, a que no se quiere debatir, o a que no se quiere compartir la postura, y esto es respetable.
Se puede ser neutral en asuntos menores del diario convivir, pero cuando de vivir en paz se trata, no se puede ser indiferente contra el proceder de criminales y de sus cómplices.
La palabra neutralidad es reconocida como la “situación de las cosas o de las personas que no se inclinan hacia ninguno de los dos o más caracteres, planteamientos, posturas o maneras de ser opuestas entre sí que se puedan presentar”. Por lo tanto, considero que la neutralidad es una postura a la que se tiene derecho y que debe ser respetada, mientras no tenga que ver con el crimen ni con criminales, porque cuando ante situaciones contrarias a la Ley, si no se está del lado de la Ley, se está en contra de ella, punto… opino que pretender justificar una postura “neutral” en casos criminales, convierte a ese indiferente en un muy despreciable cómplice, al tiempo que da muestras de una falta de carácter que raya con la cobardía.
A pesar de la muerte y de la destrucción que ha causado y sigue causando su mala práctica, hasta hace poco “la política” era un asunto enredado que generaba tantos conflictos y peleas, que los ciudadanos de bien consideraron que lo mejor era mantenerse “neutral” y dejar que los politiqueros “se mataran” entre ellos… infortunadamente el paso del tiempo está obligando a los ciudadanos de bien a tomar conciencia que “la política” es un asunto de seguridad nacional por cuanto se ha convertido en un cada vez más vulgar y mortífero fortín de verdugos, de insaciables codiciosos, de narcotraficantes, y de corruptos, así como en referente de una intolerable impunidad para con los más grandes criminales y ladrones de la historia reciente de la humanidad… Con el agravante que esos malditos profesionales de la “política” han probado estar dispuestos a todo, menos a matarse entre ellos por cuanto además de necesitarse, se complementan entre si. Para la muestra un botón: El socialismo del siglo XXI.
No es tolerable ni aceptable, mucho menos respetable, que ante iniciativas promovidas por criminales dedicados a “la política” (el ilegítimo presidente de Colombia Gustavo Francisco Petro Urrego) con las que se pretende favorecer con inaceptable e ilícita impunidad al narcorégimen Venezolano, otros infames y hasta ahora impunes CRIMINALES DE LESA HUMANIDAD, GENOCIDAS, y CRIMINALES DE GUERRA, una persona de bien pretenda ser “neutral”… ¡No señores, esto no admite neutralidad alguna por cuanto se trata de crímenes! ¡Si usted no condena a criminales, usted, como mínimo, los está favoreciendo, punto!
Húyale a discutir sobre asuntos que no le interesan, evite entrar en controversias improductivas con desconocidos, y hasta eluda confrontaciones argumentativas incómodas con su gente querida, pero jamás se acobarde ni mucho menos se escabulla a la hora de enfrentar y vencer a empoderados y hasta ahora impunes criminales de la peor calaña como los del socialismo del siglo XXI… como lo está probando la historia reciente de la humanidad, el precio a pagar por tal cobardía incluye la afectación negativa a la vida, a la honra, a los bienes, a la nación, y al futuro de esa gran mayoría de personas buenas que habitamos el planeta.
En mi columna del pasado día 30 de julio, reiteré, con la solidez y con la contundencia del aún vigente Derecho Internacional Humanitario (DIH), las razones por las que todas las infamias cometidas por las izquierdas narcoparamilitares colombiana e Iberoamericana (acaudilladas ahora por Petro Urrego y por Nicolás Maduro), así como por sus cómplices enquistados en otras naciones y en una ciudad estado, no son amnistiables, nos son indultables, y no se pueden perdonar… “¿Pero y entonces porque esos degenerados siguen libres e impunes?” se preguntan muchos. Sencillo: porque a nivel doméstico estos degenerados siempre han estado “protegidos” desde los poderes públicos y por lo tanto nada prosperará contra ellos, al tiempo que a nivel Internacional y hasta hace poco más de 2 años, nadie los había denunciado penalmente.
Pero esto ya cambió: Desde el año 2022, estos hasta ahora impunes CRIMINALES DE LESA HUMANIDAD fueron denunciados penalmente, de manera que las atrocidades cometidas y aquellas que sigan cometiendo, no quedarán impunes, garantizado. Obvio, no se puede pretender terminar con décadas de impunidad de manera inmediata, por lo menos no en derecho, pero ya este recorrido empezó, no tiene vuelta atrás, y su trámite será relativamente rápido, ya verán.
Nada ilustra mejor cuan acorralados se sienten estos degenerados, que los más recientes y desperados esfuerzos que están haciendo el aun impune CRIMINAL DE LESA HUMANIDAD del Petro Urrego y sus cómplices en México, en Brasil, y en el Vaticano, por cubrir con ese vulgar y frágil manto de “legitimidad” revolucionaria al socialismo del siglo XXI del narcorégimen venezolano. Independiente de lo mucho que se esfuercen, ninguna norma jurídica doméstica ni internacional garantizará impunidad a esos pestilentes narcoparamilitares de las izquierdas colombiana e Iberoamericana cuando sean requeridos por los tribunales de otras naciones por los CRIMENES DE GUERRA, GENOCIDIO, y CRIMENES DE LESA HUMANIDAD cometidos también contra ciudadanos de otras naciones.
Lo que pretende liderar el hasta ahora impune CRIMINAL DE LESA HUMANIDAD del Petro Urrego para seguir cobijando con impunidad al socialismo del siglo XXI no debe sorprender a nadie. Considero que el real peligro y la verdadera amenaza contra la gente de bien y contra nuestras libertades y derechos, son todos aquellos quienes, desde “la política”, apoyan a este degenerado exconvicto en su propósito… Estoy convencido que así como contra este tipo de amenazas no existe posibilidad alguna de “neutralidad”, en su contra proceden tanto la legítima defensa como la guerra preventiva, tanto en el terreno de “la política” como fuera de él.
El célebre guitarrista norteamericano “Jimi” Hendrix dijo que tan solo cuando “el poder del amor supere el amor por el poder, podrá la humanidad conocer la paz”, y nada como el nefasto y asesino socialismo del siglo XXI para ilustrar de manera trágica esta máxima…