La IA ya transforma nuestras vidas
INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA)… (El desarrollo e innovación a través de la tecnología ha superado capacidades humanas que impactan en la Industria mundial. La inteligencia artificial, la automatización/ hiper automatización y la robótica, marcan una tendencia importante en el mundo de hoy…)
Si la electricidad impulsó la Segunda Revolución Industrial, e internet y los ordenadores personales la Tercera, la Inteligencia Artificial está provocando la Cuarta. Los sistemas de IA están transformando la medicina, el transporte, el sector energético, nuestra elección de contenidos de cultura y ocio, la economía en su conjunto y por supuesto la ciencia, a pasos agigantados.
Pese a sus limitaciones, y a que queda aún muy lejos el sueño de una inteligencia equiparable a la humana, todo apunta a que en poco tiempo el planeta estará envuelto en un sistema circulatorio que lo irrigará capilarmente con Inteligencia Artificial. Más allá de estos hitos, que pueden parecer alejados de la aplicación práctica, la Inteligencia Artificial ocupa ya un lugar importante en multitud de esferas de nuestra vida. Convivimos con la IA probablemente sin saberlo.
Está presente en los sistemas de búsqueda y recomendación de información, contenido, productos o amigos que utilizamos en nuestro día a día, como Netflix, Spotify, Facebook, y en cualquier servicio de noticias o de búsqueda en internet. También en las aplicaciones para la cámara del móvil que detectan automáticamente las caras en las fotos; en los asistentes personales de móviles y hogares; en chatbots conversacionales; y en las ciudades inteligentes, para por ejemplo predecir el tráfico.
La IA interviene en la compraventa de acciones, la adjudicación de créditos, la contratación de seguros y la fijación de tarifas, entre otras muchas decisiones que marcan el ritmo de los mercados financieros y las empresas. En el ámbito de la salud funcionan ya los sistemas de diagnóstico automático a partir de historiales clínicos, así como programas de análisis de imágenes médicas, para asistir el diagnóstico radiológico, y de ADN, para por ejemplo detectar mutaciones o variantes genéticas asociadas a enfermedades.
La toma de decisiones de las Administraciones Públicas se apoya igualmente en la Inteligencia Artificial, con sistemas de vigilancia, de soporte a decisiones judiciales o de clasificación y jerarquización del alumnado. Numerosas aplicaciones se destinan al ámbito de la seguridad y la defensa, desde en el control de viajeros en las fronteras y la adjudicación de visados, hasta para fabricar armas autónomas.
La industria, y en general los procesos productivos, llevan décadas utilizando robots industriales, al igual que sistemas de planificación y predicción de la demanda o de la producción. Hoy la automatización evolucionó a la hiper automatización, que incluye IA de forma integral.
Y por supuesto, sin el apoyo de la Inteligencia Artificial no podríamos soñar con tener vehículos autónomos, una predicción meteorológica certera a medio plazo ni, en general, avances en numerosas áreas de conocimiento. La IA empieza a convertirse en un actor importante de la investigación científica, interviniendo en modelos físicos de toda clase de fenómenos y procesos, en la predicción de la estructura tridimensional de las proteínas, en el diseño de fármacos… La lista es larga.
Estos cambios importantes para el desarrollo del mundo, el desarrollo industrial, radican en el mejor, más eficiente, ágil y verás, manejo de la información. El nivel de avance de la IA, tiende a escaparse del control del hombre, lo cual implica también riesgos importantes en el giro y dirección del mundo, considerando el buen o no buen actuar de los poderes que manejan el mundo.
Pensando siempre positivamente, y a pesar de que el proceso de cambio ha impactado en desplazar posiciones y puestos de trabajo en un mundo tradicional, y el hombre debe superarse y prepararse para estas tendencias, no hay duda de que la IA tiene un potencial inmenso para construir una sociedad y un mundo mejor…”