La generación de «baby boomers» más numerosa de Alemania cumple 60 años
La generación del llamado «baby boom» con la tasa de natalidad más alta de Alemania cumple 60 años en 2024, y tanto ella como otros nacidos entre la Segunda Guerra Mundial y principios de los 1960 son criticados por la generación «Z», no solo por el modo en que usan sus smartphones.
Por dpa/EP
Por ejemplo, se dice que los «boomers», como se los llama en el país, son fáciles de reconocer porque escriben en sus móviles con un solo dedo, se quedan en el estado «escribiendo» una eternidad y luego solo envían una frase.
También les recriminan que no se privan de preguntar a las sobrinas nietas de 18 años por su «vida amorosa» en las celebraciones familiares, pero eso no es lo peor. Las críticas realmente duras vienen cuando los «boomers» expresan su opinión sobre el género, el veganismo o el cambio climático.
Después de 1964, la píldora anticonceptiva hizo acto de presencia y los nacimientos descendieron. En consecuencia, los años del baby boom se suelen clasificar entre 1946 y 1964, entre el final de la guerra y la revolución causada por la píldora.
Sin embargo, esta categorización se aplica sobre todo a Estados Unidos, advierte el experto en política social y finanzas Martin Werding, miembro del llamado «Consejo de Sabios» que asesora al Gobierno alemán.
El investigador apunta que en la Alemania de la posguerra las tasas de natalidad más elevadas llegaron mucho más tarde y fueron menores. «En Alemania, el pico era de 2,5 hijos por mujer, en Estados Unidos era de 3,8», explica Werding a dpa.
El núcleo de la crítica dirigida a los boomers es que se han pasado toda la vida consumiendo sin moderación y, por tanto, han llevado al planeta al colapso. En lugar de reconocerlo humildemente, minimizan su responsabilidad, siguen viajando por todo el mundo, son un peligro a los ciclistas con sus todoterrenos y ocupan viviendas demasiado grandes que deberían ser para familias jóvenes.
Naturalmente, quienes son criticados de este modo tienen una visión distinta de sí mismos. Lo que les acompañó durante toda su existencia fue una sensación de ser muchos, con aulas abarrotadas tanto en la escuela como en la universidad.
«En Alemania, los ‘baby boomers’ son una generación muy afectada por el desempleo masivo cuando se incorporaron al mercado laboral», explica Werding.
«Yo me licencié en 1982, y el lema de aquellos años era ‘Sin futuro’. La investigación del mercado laboral nos dice que esto nos deja secuelas, es decir, desventajas para toda la vida en términos de participación en el mercado laboral, salarios, etcétera. La afirmación de que los ‘boomers’ superaron la vida sin crisis no es cierta en el caso de Alemania».
Con una competencia feroz por los puestos de trabajo disponibles, surgió una generación ambiciosa y pragmática, más bien apolítica en comparación con los que dejaron su impronta en 1968 o el actual movimiento Viernes por el Futuro.
Sin embargo, el periodista y escritor Jochen Arntz -nacido en 1965- cree que a menudo se pasa por alto que esta generación cargó con el peso de la unificación alemana y avanzó significativamente en la unificación europea, algo que los más jóvenes suelen dar por sentado.
¿Cómo reaccionan los «boomers» ante las críticas de sus hijos? «No quiero pasarme mucho tiempo defendiendo a mi generación de la acusación de cierto descuido en el uso de los recursos naturales», admite a su vez Werding. «Pero, por supuesto, los avances en el conocimiento se han materializado lentamente con el paso del tiempo».
El experto reconoce que hay personas de su generación que deberían cambiar su estilo de vida, pero simplemente no quieren hacerlo. Sin embargo, agrega que los debates sobre el consumo de carne, el reciclado y los hábitos de viaje forman parte de la vida cotidiana de muchas familias.
Al periodista y escritor Arntz le parecen bien las críticas de los jóvenes, «porque básicamente cada generación se pule mediante la fricción con la anterior».
A la inversa, agrega, los «boomers» también chocaban con quienes eran jóvenes en 1968, nacidos en los años 40, que a sus ojos siempre lo supieron todo mejor. «Si no existiera esta fricción entre generaciones, la sociedad se paralizaría», sostiene Arntz.
Como la esperanza de vida ha aumentado considerablemente, los «boomers» aún tienen muchas posibilidades de seguir desarrollándose. Por ejemplo, podrían aprovechar su entusiasmo por el trabajo de tal forma que no se jubilaran de repente por millones, sino contribuyendo a la sociedad mediante el voluntariado, por ejemplo.
«Quizá al menos puedan alcanzar una especie de equilibrio entre jubilación y trabajo en su vejez», afirma Arntz.
El autor ve otra perspectiva alentadora. «Si se consideran los tres proyectos generacionales juntos: los del 68, que renovaron social y políticamente a Alemania dándole apertura, los nacidos en torno a 1964, que dieron forma a la unidad alemana y a su integración en la unidad europea, y la generación siguiente, que lucha por una transformación ecológica y digital, entonces estas tres generaciones juntas podrán haber logrado algo muy significativo.»