La fuga de los “semilleros”: diputados abandonan el barco para sembrar su propio vehículo político
Mientras la administración de Bernardo Arévalo intenta navegar entre pactos legislativos y promesas incumplidas, una parte del oficialismo parece estar más ocupada asegurando su próxima candidatura.
Redacción
La ruptura en el Movimiento Semilla ya es inocultable: 14 diputados, encabezados por Samuel Pérez, decidieron abandonar discretamente el barco para fundar su propia plataforma, Raíces.
Aunque tanto Arévalo como Pérez intentan minimizar el impacto de la división, los hechos son elocuentes. La bancada oficialista, otrora cohesionada en torno a un proyecto de transformación, ahora aparece dividida en dos grupos: uno leal al presidente, otro ocupado en garantizar protagonismo en las elecciones de 2027.
Pérez insiste en que su grupo “no será oposición” y seguirá respaldando al Gobierno. Pero el lanzamiento de Raíces —sin consulta interna y a espaldas de varios fundadores del movimiento original— deja claro que el apoyo tiene fecha de expiración.
Analistas políticos advierten que la fractura no es menor. La agenda legislativa del Ejecutivo depende de negociaciones finas en el Congreso, y con una bancada fragmentada, la gobernabilidad de Arévalo se vuelve más frágil.
¿Refundación o simple rebranding?
Pérez ha vendido la idea de Raíces como una “refundación” de Semilla, pero para muchos dentro del movimiento, se trata de un cálculo personal. Diputados como José Carlos Sanabria y Raúl Barrera cuestionaron la forma unilateral en que se armó el nuevo proyecto y señalaron que ni las bases ni la dirigencia fueron tomadas en cuenta.
La supuesta reunión de conciliación, celebrada un día antes del lanzamiento, solo sirvió para confirmar lo inevitable: quienes ya se veían fuera del Congreso en 2028, prefirieron plantar otra bandera.
La cosecha política
Entre los que ya se alinearon con Raíces figuran Elena Motta, Laura Marroquín, Román Castellanos, David Illescas, entre otros. Algunos, incluso, participaron como promotores en la primera asamblea del nuevo partido el pasado domingo 25 de mayo. El objetivo: competir con marca propia en 2027 y mantenerse vigentes.
Mientras tanto, la facción leal al presidente —entre ellos Victoria Godoy, Brenda Mejía y Duvalier Castañón— intenta sostener el discurso de unidad, aunque ya nadie lo cree del todo.
La crisis en Semilla es más que una pelea interna: es la antesala de una disputa por el control político del progresismo guatemalteco. Y si algo ha quedado claro, es que algunos prefieren abandonar el barco a mitad de travesía antes que quedarse sin boleto para el próximo viaje electoral.