La Epifanía y la travesía de los Reyes Magos
El 6 de enero, la tradición cristiana celebra la Epifanía, que conmemora la revelación de Jesús como el «Rey de Reyes». Este día, conocido popularmente como el Día de Reyes, honra la visita de Melchor, Gaspar y Baltasar al pesebre de Belén, donde ofrecieron regalos cargados de simbolismo al recién nacido.
Redacción
Cada 6 de enero, los fieles católicos revive en sus hogares, donde los niños esperan con ilusión los regalos que simbolizan los dones de los Reyes Magos, mientras las familias recuerdan el verdadero significado de la fecha: un llamado a la fe, la humildad y el amor universal.
Según el Evangelio de San Mateo, los Reyes Magos, también considerados sabios del Oriente, fueron guiados por la estrella de Belén hasta el lugar donde se encontraba Jesús, María y José. Esta travesía no solo simboliza su fe, sino también su disposición a interpretar las señales divinas y actuar con determinación.
Estos sabios dejaron todo para seguir una señal celestial, confiando en el propósito divino que los guiaba. Su encuentro con el rey Herodes, quien se sintió amenazado por la llegada del «Rey de los Judíos», refleja la tensión entre el poder terrenal y la esperanza espiritual que Jesús representaba.
Al llegar al pesebre, presentamos tres ofrendas que representan aspectos fundamentales de la figura de Jesús:
Oro, como símbolo de su naturaleza.
Incienso, que alude a su divinidad.
Mirra, prefigurando su sufrimiento y muerte.
La Epifanía, que significa «manifestación», marca el momento en que Jesús es reconocido no solo por su familia o su pueblo, sino por representantes de tierras lejanas, simbolizando la universalidad de su mensaje.
Un mensaje de fe y esperanza
La historia de los Reyes Magos resalta valores como la fe, la humildad y la perseverancia. Estos tres hombres dejaron todo para seguir una señal celestial, confiando plenamente en el propósito divino que les guiaba. Además, su encuentro con Herodes pone de manifiesto la oposición entre el poder terrestre y la esperanza espiritual que encarnaba a Jesús.
La Epifanía, más allá de su relevancia religiosa, también invita a reflexionar sobre el significado de los regalos y el acto de dar. Es un recordatorio de que, en medio de la complejidad del mundo, hay momentos de luz y revelación que nos invitan a mirar más allá de lo evidente.