La defensa ideológica de los universitarios capturados, un círculo vicioso
Por Julio Abdel Aziz Valdez
Les soy sincero: no esperaba que el Ministerio Público de Guatemala fuera a emitir órdenes de captura contra académicos por los deleznables actos de vandalismo y rapiña que sucedieron en toda la USAC entre los años 2021 y 2023. En otras ocasiones, muy raras por cierto, se produjeron desórdenes y la tendencia siempre fue el dejar hacer, dejar pasar a los responsables. Algunas veces pagaron las consecuencias los estudiantes menos lúcidos y más dedicados a vegetar en las aulas universitarias. Pero en esta oportunidad, y por primera vez, se está reconociendo que detrás de todos esos actos hubo intencionalidad política y detrás de ello, responsables intelectuales que no estaban precisamente debajo de las temibles capuchas.
En este punto quiero ser enfático, mal haría en asumir defensas gremiales que no ayudan a la impartición de justicia, todos los capturados tienen derecho al debido proceso y la asistencia legal para una defensa pertinente, su culpabilidad (con todo y que en tiempos de la CICIG se implantó la idea de que estar capturado era prueba suficiente) aún no se ha establecido y su responsabilidad está en discusión.
Dicho esto, el tremendo error del fanatismo en los ahora inculpados es asumir con ironías y con muestras de arrogancia, que en efecto participaron en los ilícitos, pero que dichas acciones fueron en “defensa de la autonomía” y “por lo no privatización de la educación pública”. Ambas afirmaciones por demás falsas, y a continuación explicaremos por qué:
- El meollo del problema fue que un candidato no estuvo de acuerdo con los resultados para la elección de Rector. Dicho candidato y su agrupación, no pudieron dilucidar sus reclamos y por lo tanto, optaron por la ocupación ilegal. Primero, para impedir que el Rector asumiese el cargo y luego para que no ejerciera.
Esto provocó que se sacaran la mayor cantidad de actividades académicas y administrativas fuera del campus y centros regionales. A veces, funcionó otras no, lo que provocó atrasos e inconvenientes a miles de trámites. Además, la prolongación por casi un año de la virtualidad, eso sin contar con los millones de quetzales en pérdidas materiales por vandalismo y robos descarados.
- Desde que la USAC alcanzó su autonomía, y luego de no menos de ocho gobiernos encabezados por políticos militares, señalados por la ignorancia historiográfica de ser de derecha, y con dos constituciones antes de la presente, jamás se planteó la privatización. Sin embargo, el objetivo de los ocupantes de las instalaciones era movilizar a estudiantes con el fantasma de que dejarían de recibir clases por Q90.00 al año, o sea, que dejará de “ser gratuita” (nunca lo ha sido, la pagan todos, sobre todo los que no estudian ahí). Y lo lograron, sabiendo que esto era una patraña.
¿Por qué estos implicados acuden a la defensa ideológica en vez de la defensa situacional? O sea, intentar desvanecer la culpa en el sentido de negar su participación en los eventos, o aclarar que su presencia respondió a una casualidad. Pero, al igual que la defensa de los responsables en la falsificación de firmas e inscripción de muertos en las actas de afiliados al Partido Semilla, justifican su actuar a partir de que ellos tienen superioridad moral y por ello, sus objetivos merecen actos delincuenciales.
La defensa de Semilla está comenzando a mostrar una tendencia, la idea es ganar la opinión pública, acudir al olvido de que hubo millones de quetzales en pérdidas. Peor aún es que se demerita la opinión de los afectados por la toma. De ahí que los medios estén haciendo el trabajo sucio de la defensa discursiva.
Ahora, los que bloquean carreteras para solicitar la renuncia de la Fiscal General suman a sus demandas que se libere a estos universitarios, como si todo fuese culpa del mismo demonio, el llamado “pacto de corruptos”.
Los responsables de los actos de barbarie contra las instalaciones y la comunidad de la USAC, (que aún no se ha determinado si son los capturados) no lo hicieron por su iluminada conciencia política, lo hicieron para imponer un proyecto político y a un candidato, y no con esto defiendo al actual Rector, el cual llegó, como todos los anteriores, producto de alianzas con sectores y financistas oscuros. Pero que su presencia sea incómoda, no justifica ni vanagloria a quienes pretenden hacer lo mismo, solo que con discursos de izquierda setentera.