La autoridad…

“LA AUTORIDAD”… ( Palabra que lleva un significado de gran responsabilidad y compromiso para respetar y ser respetado. El poder se debe saber manejar, con  diligencia y determinación pero sin abuso y bajo la ley …)

Desde niños debemos aprender a través del ejemplo y  la enseñanza a respetar la autoridad.  Todo empieza con el respeto a la máxima autoridad que es Dios.  Respetar, obedecer y admirar la autoridad del ser Supremo, es la base de nuestra vida y a partir de allí reconocemos  el bien y lo diferenciamos del mal.

 Así mismo, enmarcamos nuestro comportamiento bajo parámetros y límites de integridad. El hijo pequeño ve a su padre como Dios, y según sea la actitud y comportamiento del padre, así será la imagen que el niño tendrá de Dios. El niño, el joven y el adulto, respeta la Autoridad, desde el padre, el maestro y el Jefe.  

Considerando que la familia es la base de la sociedad, como padres de familia debemos ganarnos el respeto de nuestros hijos y ellos sabrán vernos como la autoridad a seguir para orientarlos y dirigirlos en su vida, debemos respetar la Autoridad.  

¿Qué clase de autoridad representamos para nuestros hijos, para nuestros colaboradores o subordinados?    Es bueno analizar esta pregunta para darnos cuenta si estamos en lo correcto o corregir lo que sea necesario. Debemos empezar por respetarnos a nosotros mismos para que nos respeten. Ese derecho lo debemos ganar,  no se compra ni se exige.

Relacionado al tema político sobre la gestión de funcionarios y Autoridades del Estado, vale la pena preguntarnos, ¿qué tipo de Autoridad nos proyectan?  ¿Qué calidad moral presentan? ¿Qué imagen representan para el pueblo? ¿Qué beneficio se logra para el desarrollo de Guatemala?.  y la respuesta es de vergüenza…

Entonces nos preguntamos; en temas de seguridad para crear el ambiente propicio para el desarrollo y que es obligación del Estado garantizarla a sus habitantes, ¿cómo se pretende combatir el crimen y la delincuencia, si en las Autoridades están los peores criminales y delincuentes? 

A partir de esta aseveración y lo que representa para el país,  están relacionados todos los males que nos afectan.  De esta forma podríamos mencionar  tantos aspectos relacionados y que representan  los problemas políticos, económicos y sociales que vivimos.  El conflicto social aumenta cada día mientras no  exista un cambio de fondo.

 Estamos de acuerdo que un país para su desarrollo necesita de los impuestos de la iniciativa  privada,  de la población económicamente activa,  quiénes esperamos de vuelta, seguridad, servicios públicos dignos, infraestructura y un ambiente propicio para la inversión y desarrollo. Pero desafortunadamente no recibimos nada a cambio debido a que la prioridad de los Gobernantes son sus intereses políticos y particulares. 

Cómo podría exigir  la SAT un nuevo paquete tributario, si el Gobierno no tiene la calidad moral  debido  a una gestión nefasta en donde se observa un  despilfarro exagerado y un robo descarado de las arcas del Estado. ¿Qué tipo de autoridad sería?  La podríamos llamar prepotente y abusiva,  autoritaria y dictatorial.

Un policía de Guatemala, ¿qué tipo de autoridad representa?  La PNC proyecta miedo y a la vez poco respeto.  Miedo, porque está enraizado en la Institución el crimen, a pesar que hay policías que cumplen su trabajo y son íntegros y respetables.

Poco respeto, porque su nivel de formación y educación es muy bajo. Hablamos de una Institución que está contaminada. Y nos volvemos a preguntar; y cómo pretendemos que no esté contaminada, si  la cabeza está podrida y en las Autoridades  están los perores criminales y delincuentes.

Y si hablamos de nuestra sociedad, en donde se mueven nuestros hijos, del ambiente y de las fiestas  a donde asisten. ¿Qué podemos observar?  Fiestas en donde los anfitriones paran sacando a la calle a todos los jóvenes porque se salió de control, debido a que se pusieron en tal estado de “ebriedad”, que superó toda tolerancia.

Así son las fiestas de moda hoy en día de los jóvenes en nuestra sociedad, se trata de ponerse “hasta las cachas”, y mientras más beban, más cool, más cabrones, otro tema cultural equivocado. Y nos preguntamos; ¿qué tipo de Autoridad estamos proyectando los padres en esta  sociedad  de valores equivocados ?

En general, hemos perdido la buena autoridad basada en el buen liderazgo, en el ejemplo con admiración, en el respeto del derecho, de los verdaderos valores, y la dignidad de la persona. Autoridades que en su lugar generan lástima, burla, asco y vergüenza…    ¡Urge el cambio…!