Jiménez justifica vínculos con los hermanos Tager y evade responsabilidad tras fuga de reos
En medio de la crisis penitenciaria provocada por la fuga de 20 reos de alta peligrosidad del Barrio 18, el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez defendió la contratación de Eduardo Tager, asesor del Sistema Penitenciario (SP) y hermano de Ana Glenda Tager, actual secretaria general de la Presidencia.
Redacción
Jiménez defendió el nombramiento de Eduardo Tager bajo el argumento de “confianza y experiencia”, pese a los evidentes vínculos familiares y políticos que rodean al funcionario. “Conozco su trayectoria, hemos trabajado juntos en temas penitenciarios”, afirmó el ministro, restando importancia a los señalamientos sobre posibles conflictos de interés.
El lazo entre Jiménez y los Tager no es nuevo. Eduardo Tager fue subdirector del Sistema Penitenciario en 2008, cuando el actual ministro también dirigía Gobernación. Décadas después, la relación se mantiene, reforzada por la llegada de Ana Glenda Tager a la Secretaría General de la Presidencia, una de las posiciones más estratégicas del actual gobierno.
A ello se suma Jessica Tager, otra hermana del círculo familiar, quien trabajó en el Ministerio de Gobernación hasta finales del año pasado, en el Tercer Viceministerio, responsable de la prevención de la violencia y el delito.
Los tres hermanos y Jiménez han estado vinculados a ONG’s y entidades internacionales, especialmente en proyectos de cooperación sobre gobernanza, derechos humanos y seguridad ciudadana. Esas relaciones, mantenidas durante años con agencias y programas respaldados por la ONU y otros organismos multilaterales, hoy colocan a la familia Tager como un grupo con influencia tanto en el ámbito gubernamental como en la esfera internacional.
De acuerdo con los informes de Eduardo Tager firmados por Jiménez, participó de forma directa en el plan estratégico de traslados y reestructuración penitenciaria presentado en agosto, el mismo que hoy está bajo cuestionamiento tras la fuga de 20 reos del Barrio 18. Sin embargo, el ministro de Gobernación al ser consultado dijo no recordar estos informes.
Lejos de reconocer fallas, Jiménez intentó exculpar a su asesor argumentando que “no tiene decisión alguna sobre el sistema penitenciario”, ya que su contrato es por renglón 029. Pero la defensa pública del ministro, en medio de la mayor crisis carcelaria de su administración, refuerza la percepción de que el círculo de confianza dentro del Ministerio responde más a lealtades personales que a méritos técnicos.
El caso de los Tager expone una red que trasciende las fronteras institucionales: vínculos políticos, familiares y de cooperación internacional que, lejos de fortalecer la transparencia del gobierno, plantean serias dudas sobre la independencia y el control real del Ministerio de Gobernación.