Iván Carpio deja la SAAS en medio de escándalo por baby shower
Iván Carpio Alfaro presentó su renuncia como secretario de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS), tras la polémica por los fondos destinados a un baby shower celebrado en Casa Presidencial, ahora bajo investigación penal por parte del Ministerio Público (MP).
Redacción
Aunque el Gobierno asegura que su salida se debe a “motivos personales”, la renuncia ocurre mientras Carpio enfrenta serios cuestionamientos por el presunto uso de fondos públicos en una actividad privada vinculada al entorno familiar del presidente Bernardo Arévalo.
El exsecretario es investigado por el Ministerio Público por posible uso indebido de recursos públicos durante un evento familiar en la residencia oficial.
Carpio formó parte del equipo de transición del actual gobierno en 2023 y asumió como titular de la SAAS al inicio de esta administración. Sin embargo, su gestión se tornó insostenible tras el escándalo y las citaciones en el Congreso promovidas por la bancada Voluntad, Oportunidad y Solidaridad (VOS).

Un baby shower que desató la tormenta
La controversia estalló cuando se reveló que en Casa Presidencial se realizó un baby shower —presuntamente en honor al nieto del presidente— con apoyo logístico de la SAAS. Legisladores de oposición denunciaron el posible uso de recursos públicos para fines personales y exigieron cuentas al funcionario.
La presión aumentó cuando el Ministerio Público confirmó, el pasado 27 de marzo, que la Fiscalía contra la Corrupción había abierto una investigación formal contra Carpio. El objetivo: esclarecer si se cometieron delitos relacionados con el mal uso del presupuesto estatal en esa actividad.
En un intento por contener el escándalo, la SAAS publicó un comunicado afirmando que los gastos del evento fueron asumidos por la primera dama, Lucrecia Peinado, y que la institución únicamente brindó “apoyo logístico”. Pese a ello, la Fiscalía continúa con las diligencias.
Cambios en la SAAS
En sustitución de Carpio, el Ejecutivo designó al licenciado Francisco Lou, quien se desempeñaba como subsecretario. Según la Presidencia, Lou “ha demostrado conocimiento institucional y capacidad de gestión”, razones por las que asumirá el control de la polémica secretaría.
Mientras tanto, el caso Carpio se suma a la lista de tropiezos éticos del gobierno de Arévalo, que ha prometido una administración distinta, pero que ya acumula episodios que erosionan su credibilidad.