Irascible y prepotente, así fue la respuesta de Jiménez a una periodista
Hoy, el ministro Francisco Jiménez se sulfuró ante una pregunta sobre el accidente que Samuel Pérez protagonizó el fin de semana, hecho que dio lugar a muchas especulaciones, las cuales parecieran ser validadas por el tono conque el funcionario respondió a la profesional «hagan su trabajo, verifiquen», dijo en tono molesto el funcionario, quien mencionó que el «incidente se resolvió con la aseguradora», restando importancia al hecho de que el protagonista del «incidente» fue un dignatario de la nación.
Redacción
Visiblemente molesto con la periodista Sofía Araujo, de TVGT, Jiménez dijo que no respondería preguntas basadas en especulaciones, refiriéndose a que Araujo le preguntó detalles del suceso, que circularon en redes sociales.
Lejos de aclarar las dudas de la profesional, el funcionario evidenció su molestia por la pregunta incómoda y optó por sugerirle que «investigue y haga su trabajo».
Gobierno y libre expresión
Es conocido que el gobierno de Arévalo no tiene tolerancia hacia ninguna postura discrepante. Ciertamente, sobre el accidente de Pérez corrieron muchas versiones, algunas posiblemente falsas. Sin embargo, es insólita la ligereza de la respuesta, ante la gravedad de la situación: un dignatario que derriba un poste de madrugada, con un vehículo propiedad del Congreso.
La evasiva respuesta, sumada a la irascibilidad e intolerancia manifiestas en el funcionario, parecieran dar la razón a todas las especulaciones que circulan en redes, y abarcan desde la colusión de las autoridades, que habrían ocultado y distorsionado datos, hasta la molestia de Jiménez, quien mientras promueve que los más humildes compren seguros como parte de su «educación vial», justifica la total falta de «educación vial» exhibida por el diputado, que si para colmo manejaba ebrio, es mucho más responsable del hecho, que no fue «un incidente» privado, que pueda resolverse «con el seguro».
Porque al final ¿quién paga ese seguro, sino el erario nacional y de dónde sale, sino de los bolsillos saqueados de los contribuyentes?