Formación y dirección espiritual
Una labor y rol que sugiere un compromiso y responsabilidad por parte de los padres como cabeza de familia. La familia como la base de la sociedad.
Es la base de las prioridades del ser humano, que empiezan en el núcleo familiar e impactan en las sociedades y el mundo…“La verdadera riqueza, es espiritual…”
Analizando la situación que se vive en el mundo, en las sociedades, las tremendas diferencias, el conflicto social, las guerras, los grupos extremistas, terroristas, fanáticos enfermizos religiosos, delincuentes, asesinos en serie, los sicarios, los líderes de carteles de droga, narcos, mafias de negocios ilícitos, la drogadicción y alcoholismo, la prostitución, homosexualismo, transgénero, nuevas agendas torcidas, la pobreza y extrema pobreza, desnutrición y muerte…
Y todas las cosas negativas que forman parte del mundo de hoy, y nos damos cuenta que existe un denominador común, y que es la razón fundamental de “todos” estos males que vive el mundo y son parte de la descomposición de las sociedades, y se llama falta de “Formación y dirección espiritual..”
Sí, es la falta de una formación y dirección espiritual que lleva inmerso el amor, la falta de compromiso y responsabilidad de los padres y cabeza de familia en su rol principal. Hablamos de un rol principal, porque tener hijos y formar una familia son palabras “serias” y la prioridad fundamental es formar y dirigir a través del amor, atención, el ejemplo y la enseñanza de valores de vida.
No estamos inventando el agua azucarada, somos seres esencialmente espirituales y lo más importante para toda persona desde que nace es alimentar, formar y dirigir el espíritu. Alimentar a través del amor, la atención, fortalecer el sentido de pertenencia dentro del núcleo familiar, eso fortalece la seguridad, el auto estima y forja el carácter. El carácter que es tan importante para saber tomar decisiones y definir la sensibilidad humana hacia su entorno, hacia las necesidades e intereses del bien común.
El resultado de esta formación espiritual, se presenta en los valores de vida, en la integridad como la identidad que me define como individuo y mi comportamiento dentro de la sociedad. Qué fácil y bonito se oye todo esto, pero sabemos que muchas veces no podemos dar lo que no tenemos, no es fácil ni cómodo, demanda esfuerzo, tiempo dedicación, pero la satisfacción de ver los resultados, no tiene precio.
“Y aquí se aplica muy claramente lo que dice la Biblia, busca el reino de Dios y su justicia, y lo demás vendrá por añadidura…” Con la base de comportamiento y acción en la vida sobre valores y principios, vamos a lograr una riqueza material que definirá una abundancia y prosperidad y el bienestar y plenitud de largo plazo…
Carlos A. Rodas Minondo








