Gobierno de Arévalo se suma al discurso latinoamericano de izquierda sobre la crisis en Medio Oriente
Gobierno de Arévalo se suma al discurso latinoamericano de izquierda sobre la crisis en Medio Oriente
Aunque con un tono diplomático más mesurado, el Gobierno de Guatemala se suma al grupo de países latinoamericanos gobernados por la izquierda que han condenado la violencia en Medio Oriente y han exigido el cese de hostilidades mediante el diálogo y la diplomacia.
Redacción
A través de un comunicado oficial emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno de Bernardo Arévalo hizo un llamado a la contención, al respeto al derecho internacional y a la solución pacífica de los conflictos, en línea con lo que han expresado gobiernos como los de México, Colombia, Bolivia, Chile y Venezuela.

El pronunciamiento guatemalteco, si bien evita señalar responsables directos y se apega a un lenguaje de legalidad internacional, coloca al país en el mismo marco de referencia que las administraciones de izquierda que han intensificado sus críticas contra Israel o el involucramiento militar de potencias extranjeras en la región.
En ese grupo, algunos como Bolivia incluso han roto relaciones diplomáticas con Israel, mientras que Gustavo Petro en Colombia ha acusado a la comunidad internacional de permitir un genocidio.
Un giro en la política exterior guatemalteca
El posicionamiento no pasa desapercibido. Durante gobiernos anteriores, Guatemala mantuvo una política exterior alineada con Israel en la región. De hecho, en 2018 se convirtió en uno de los pocos países del mundo en trasladar su embajada a Jerusalén, bajo el mandato de Jimmy Morales.
Con Arévalo en el poder, este nuevo mensaje sugiere un giro simbólico en la política exterior: aunque Guatemala no ha revertido decisiones pasadas ni asumido posturas tan radicales como otros países del eje progresista latinoamericano, sí muestra una voluntad de acercarse a las posiciones de centroizquierda en foros multilaterales y en la narrativa diplomática global.
Discurso común, con diferencias tácticas
El discurso guatemalteco prioriza la diplomacia y el respeto mutuo entre las naciones, una fórmula que le permite evitar tensiones con socios estratégicos sin dejar de adherirse al consenso progresista latinoamericano que condena la violencia, defiende el derecho humanitario y exige soluciones multilaterales.
México, por ejemplo, también ha evitado tomar partido, pero ha insistido en la necesidad de detener la violencia y regresar al diálogo. Chile por su parte, ha demandado protección para los civiles y respeto al derecho internacional.
Mientras que, países como Venezuela han adoptado posturas más confrontativas, hablando abiertamente de crímenes de guerra.
En ese panorama, Guatemala se presenta como un actor que acompaña la narrativa regional de izquierda, aunque cuidando los equilibrios diplomáticos.