“Fiscalía de Guatemala obedece al crimen” dice Petro
El mensaje del presidente Gustavo Petro contra la Fiscalía de Guatemala parece formar parte de una respuesta coordinada para blindar a Iván Velásquez frente a una investigación judicial.
Redacción
Petro publicó un mensaje en X en el que arremetió contra la Fiscalía de Guatemala, ubicándola como parte de un supuesto entramado corrupto que “obedece al crimen y no a las ciudadanías”. Sin embargo, este señalamiento es además incorrecto en términos jurídicos, ya que la Fiscalía no ordena capturas: es un juez quien tiene la competencia exclusiva para emitir tales órdenes.

Petro afirmó que “la fiscalía de Guatemala, como la fiscalía de Colombia en tiempos de Barbosa, como la fiscalía que apresó al presidente Pedro Castillo, y otras, obedecen al crimen y no a las ciudadanías”. Esta generalización desacredita a una institución que en Guatemala solo actúa como ente investigador y acusador, mientras que la autoridad para ordenar detenciones recae en jueces independientes.
En el caso concreto de Iván Velásquez, actualmente bajo proceso legal en Guatemala, la orden de captura fue emitida por un juez competente, no por la Fiscalía. Este dato es fundamental para entender que la Fiscalía solo presenta solicitudes basadas en evidencias, pero no ejecuta ni decide las órdenes de arresto.
El mensaje de Petro también denuncia a las “multinacionales del narcotráfico” como intentos de infiltrar y controlar los poderes judiciales y gobiernos para garantizar la impunidad de sus negocios ilegales.
Además, califica los crímenes de las mafias en América Latina como “crímenes de lesa humanidad” que deben ser juzgados por la justicia penal internacional, e invita a abogados independientes a preparar una causa penal internacional contra estas mafias.
Si bien la crítica a la influencia del narcotráfico en la región es válida, confundir las funciones del Ministerio Público y de los jueces mina la credibilidad de las instituciones nacionales y genera confusión jurídica. Además, este tipo de declaraciones parecen responder más a un discurso político que a un análisis legal riguroso.
En resumen, Petro utiliza su mensaje para defender a aliados políticos y atacar a instituciones judiciales guatemaltecas, mientras ignora los procesos legales y la independencia del sistema judicial en ese país.