Fernando Gago no seguirá en Boca Juniors: la dirigencia ya tiene a su reemplazo
La dura eliminación de Boca Juniors en la Copa Libertadores ante Alianza Lima marcó el final del ciclo de Fernando Gago como entrenador. A pesar de su intención de continuar, el Consejo de Fútbol, liderado por Juan Román Riquelme, tomó la decisión de no renovarle la confianza. Según informaciones de medios nacionales, el partido de este viernes ante Rosario Central será su última presentación.
Redacción
La derrota por penales en octavos de final dejó secuelas profundas en el club. La falta de autocrítica del entrenador tras la caída y la pérdida de respaldo dentro del plantel fueron factores determinantes en la decisión de la dirigencia. «No se dio cuenta de la magnitud del golpe», aseguraron fuentes cercanas al club. La situación recuerda lo ocurrido con Diego Martínez, quien también salió tras una eliminación internacional y dejó al equipo en un limbo futbolístico.
La Bombonera, un termómetro del descontento
El duelo ante Rosario Central será una prueba de fuego. En la eliminación ante Alianza Lima, los hinchas expresaron su descontento con cánticos contra los jugadores y la dirigencia. Ahora, con la inminente salida de Gago, el clima en La Bombonera promete ser tenso.
Gago intentó sostenerse en el cargo. «Tengo todas las energías para seguir», afirmó en conferencia de prensa tras la eliminación, y en los entrenamientos mantuvo su convicción. No obstante, la dirigencia ya había tomado una decisión. «Le soltaron la mano antes del partido de ida», comentó una fuente interna. La falta de una idea clara de juego y los constantes cambios en la alineación erosionaron la confianza de los hinchas y los jugadores.
Mariano Herrón, el elegido
Con la salida del DT, Boca ya definió a su reemplazante: Mariano Herrón. El entrenador asumirá con el respaldo del Consejo de Fútbol, que valora su conocimiento del plantel y su cercanía con Riquelme.
Herrón ya tuvo tres interinatos en el club, dirigiendo ocho partidos con un balance de cuatro victorias, dos empates y dos derrotas. Su perfil encaja con la idea de juego tradicional que busca la dirigencia, basada en esquemas como el 4-4-2 o el 4-3-1-2.
Boca enfrenta un nuevo cambio en el banquillo, buscando reencontrar el rumbo tras un golpe que dejó huella en la institución.