Fátima: el centenario milagro de luz
El 13 de mayo de 1917, tres niños pastores presenciaron un milagro impresionante en una localidad rural cerca de Fátima, Portugal. Los nombres de Francisco, Jacinta y Lucía pasaron a la historia de la cristiandad como los de tres pequeños elegidos para llevar al mundo el mensaje del amor y la necesidad de rezar el rosario pidiendo paz. En un momento como el actual, el mensaje de Fátima sigue vigente.
Redacción
Lejos estaban los tres pequeños pastores (entre 6 y 10 años), de imaginar que alcanzarían la santidad luego de presenciar varias apariciones de la Santísima Virgen María, quien conversó con ellos más de una vez y les transmitió la urgente necesidad de mantener viva la devoción del rosario.
Jacinta (6) y Francisco (9) Marto, fueron los dos hermanitos que junto con su prima Lucía guardaron el secreto de las apariciones, que pronto se divulgó entre el pueblo y alcanzó a turistas, curiosos, agnósticos y fieles, quienes en multitud llegaban a Fátima con la esperanza de tener la visión y comunicación que fue privilegio de los tres niños.
Sobre el milagro de Fátima se han escrito libros, filmado películas y actualmente, una enorme cantidad de material circula en redes y plataformas de internet. Sin embargo, el tema sigue motivando interés ya que la majestuosidad de las apariciones, la inocencia de los niños y los famosos secretos que Lucía guardó durante muchos años.
Jacinta y Francisco murieron durante la infancia. Ambos fueron canonizados por el papa Francisco en 2017, cuando el milagro alcanzó el centenario. El proceso de beatificación de Lucía, quien llegó a los 92 años consagrada a la vida religiosa.
Fátima siempre será una palabra que para los católicos, evoca el prolongado diálogo entre la Santísima Virgen María y tres pequeños que no sabían leer ni escribir, pero que supieron describir literariamente cada momento del milagro y cada palabra de la «señora que aparecía colgada en el cielo».
Hoy es un día especial para los católicos del mundo. Se recuerdan las seis apariciones, el milagro del Sol (presenciado por más de 50 mil personas), y las amorosas advertencias de la Madre de la Iglesia. Pero especialmente, se recuerda la fe inocente y la entrega de tres pequeños pastores que confiaron sus vidas y aceptaron con amor el mensaje de María, madre de la Iglesia.