Fallece Leonard A. Lauder visionario de la industria de la belleza
Leonard A. Lauder, presidente emérito de The Estée Lauder Companies e hijo de los fundadores de la marca, falleció este sábado a los 92 años, rodeado por su familia. Su partida representa el fin de un capítulo de la historia de la cosmética global, marcado por seis décadas de liderazgo, innovación y filantropía.
Redacción
Nacido en Nueva York en 1933, Lauder creció entre las calles de Manhattan y los laboratorios caseros de su madre Estée, antes de formarse en instituciones de prestigio como la Wharton School y la Universidad de Columbia. Su paso por la Marina de los Estados Unidos como teniente marcó su estilo de liderazgo: meticuloso, disciplinado y siempre orientado al servicio.

Ingresó a la empresa familiar en 1958, cuando esta apenas ofrecía una línea de productos. Bajo su dirección, la compañía se transformó en un emporio global que hoy agrupa marcas como Clinique, La Mer, M∙A∙C, Bobbi Brown y Jo Malone London.
Fue presidente ejecutivo entre 1982 y 1999, y lideró la expansión internacional y profesionalización de una firma que, sin dejar de ser familiar, aprendió a competir con gigantes del mercado.
Pero Lauder fue mucho más que un hombre de negocios. Fue un filántropo comprometido con causas como la salud, el arte y la educación. Junto a su esposa Evelyn —fallecida en 2011— fundó la Breast Cancer Research Foundation, y con su hermano Ronald creó la Alzheimer’s Drug Discovery Foundation, instituciones que siguen impulsando avances científicos decisivos.
En el ámbito cultural, su legado es monumental: en 2013 donó al Museo Metropolitano de Nueva York una colección de arte cubista valorada en más de mil millones de dólares, incluyendo obras de Picasso y Braque. Esa donación dio origen al Leonard A. Lauder Research Center for Modern Art, un centro clave para el estudio del arte moderno.
Durante la pandemia, Lauder también se volcó al apoyo comunitario. Financió el fondo ELC Cares para empleados afectados por la crisis y donó 125 millones de dólares a la Universidad de Pensilvania para formar enfermeros en atención primaria, con el objetivo de fortalecer el sistema de salud en comunidades vulnerables.
Su visión empresarial quedó plasmada en sus memorias, The Company I Keep: My Life in Beauty (2020), donde dejó clara su filosofía de liderazgo basada en la inclusión, la gratitud y la dignidad humana. “Fue el más caritativo de los hombres”, lo definió su hijo William P. Lauder, actual presidente del consejo.
Leonard Lauder deja una huella profunda. Le sobreviven su esposa Judy Glickman Lauder, sus hijos William y Gary, cinco nietos, dos bisnietos y su hermano Ronald. La familia ha solicitado que, en lugar de flores, se realicen donaciones a las fundaciones que él ayudó a construir.
Con su muerte, no solo se despide una figura clave de la industria de la belleza. Se despide también un líder cuya vida estuvo marcada por el compromiso con el bienestar colectivo y el poder transformador de la filantropía.