Espacios donde nos informamos y opinamos
Los temas de realidad nacional políticos, sociales, deportivos, culturales, se conversan y discuten en varios espacios; el primero, en el mundo real, donde conversamos con pareja, familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo o estudio, un espacio muy equilibrado de participación, con enorme respeto y eso nos permite recibir distintas perspectivas, aportar las nuestras y llegar a un punto de entendimiento, en especial porque estamos de frente, en un lugar determinado como el hogar, oficina, aula, restaurante, entre otros.
El segundo espacio es por medios de comunicación tradicionales como prensa, radio, televisión, cable, en estos la mayoría de veces la información es unidireccional, con temas y versiones que surgen de la “línea editorial”, dueño de la pauta o poder de turno. Ahora existen los medios emergentes, de carácter digital, estos cobran relevancia incluso desplazando a algunos tradicionales e integran texto, imágenes, audios, videos en un solo lugar, siendo una de sus fortalezas dar espacio a participación de la audiencia con comentarios y opiniones.
Un tercer espacio es el mundo de las redes sociales (digitales), las cuales permiten que todos puedan aportar y participar en un sinfín de temas, un recurso que cada titular de cuenta controla, genera un espacio donde se integran diversidad de ideas, conocimientos, aportes positivos y críticas, con el que no se contaba hace dos décadas pero que ahora permite un mayor grado de participación en el debate público; lamentablemente también es un espacio donde una buena parte de los usuarios muestran el daño mental que han sufrido originada en sus familias o sociedad, sumado a que muchos han hecho rentable el negocio de la desinformación por estas aplicaciones e incluso la generación de las denominadas ciberclicas, estructuras al servicios del crimen o poder. Afortunadamente existen tecnología para defenderse de comentarios injuriosos, ofensivos y difamatorios, reportar y bloquear, sugiero usarlo, por su salud y paz mental no se ponga a leer comentarios irracionales que emiten sujetos sin respeto social, en mi caso me toca recibir desde ataques de cuentas anónimas, ciberclicas, hasta de diputados de ideologías desfasadas.
Lo que es interesante es que en Guatemala, así como otras partes de Latinoamérica, las redes sociales tienen distintos contextos sociales o convergencias; sin ser limitativos mi experiencia enfoca a TikTok como generador de amplia participación innovadora, videos creativos de los propios usuarios y YouTube como canal sensacional de videos y aprendizaje que reemplaza fácilmente a la TV; Instagram para interactuar con imágenes positivas y el eterno y confiable Facebook para integrar temas y experiencias en positivo y un controlable y razonable grupo de amigos y seguidores, donde aplicación y usuarios no toleran los excesos. En cambio, X (antes Twitter), es como tener el poder de viajar en distintas dimensiones en segundos, en un momento estas en una hamaca inspirado y reflexivo con un texto, pasas a caminar a una alegre feria y en un par de segundos te encuentras en una zona roja o perseguido por cibercriminales ¡Es todo un mundo!
Quienes hemos tenido la oportunidad de aportar desde cualquier espacio que proporcionan los medios de comunicación tradicionales y emergentes, tenemos el compromiso de cumplir a la opinión pública con respeto y certeza, no simplemente exponer nuestros propios intereses o ideología, debemos ser honestos con audiencia y eso se hace aportando con razonamiento y no con instintos primitivos; por lo anterior, agradezco a Prensa Digital por la invitación a colaborar con el medio de comunicación, un honor poder aportar ideas desde el espacio que me brindan y desde esta primera columna asumo la responsabilidad con los lectores que tendrán ideas, conocimientos y experiencias con fundamentos y veracidad y por supuesto que contamos con ustedes en esta nueva aventura.