El Templo Ortodoxo de la Santísima Trinidad, una joya arquitectónica a orillas del lago de Amatitlán
Frente a las tranquilas aguas del lago de Amatitlán, se encuentra un tesoro arquitectónico único en su clase: el templo ortodoxo de la Santísima Trinidad. Esta obra maestra es la primera de su tipo en Guatemala bajo la administración del Patriarcado Serbio. Se trata de una joya que fusiona belleza, tradición y espiritualidad.
Redacción
Desde el exterior, el templo es una impresionante muestra de arquitectura que atrae la mirada de quienes lo contemplan. Cada detalle, meticulosamente elaborado, transmite un mensaje de profunda devoción y conexión con la tradición ortodoxa. Pero es en su interior donde la verdadera maravilla se revela.
La Madre Inés Ayau, Igumeni del Monasterio Ortodoxo de la Santísima Trinidad -Lavra Mambré-, nos guía a través de un recorrido por las dimensiones sagradas de este templo. Desde las medidas precisas hasta los íconos pintados por artistas rusos, cada elemento en el interior del templo tiene un propósito y una historia que contar.
El espacio principal del templo, un cubo de 10 x 10 x 10 metros, emana una acústica perfecta que envuelve a los fieles en un aura de contemplación. Las paredes, cubiertas de murales inspirados en el arte bizantino, conducen hacia la esencia misma de la fe ortodoxa.
Un camino de fé marcado por la labor social
La historia de este templo es también la historia de aquellos que han llevado la llama de la ortodoxia a tierras guatemaltecas. Desde los primeros cristianos ortodoxos que llegaron a finales del siglo XIX, procedentes del Líbano y Jerusalén, hasta la fundación del Lavra Mambré en 1986 por la guatemalteca Inés Ayau y la filipina María Amistoso, la ortodoxia ha arraigado profundamente en el suelo fértil de Guatemala.
En 1986, Madre Inés y Madre María abandonaron la Iglesia Católica Romana para fundar un Monasterio Ortodoxo, con el respaldo del Patriarcado Ecuménico de Europa Occidental. En 1989, recibieron una donación de tierra para el monasterio, iniciando su construcción.
En 1994, Madre Inés fue instalada como Igumeni del Monasterio, y la Iglesia Católica Apostólica Antioqueña de Guatemala fue fundada. En 1997, el orfanato Hogar Rafael Ayau fue reabierto bajo la administración de la Iglesia Ortodoxa. La construcción de la Iglesia del Monasterio comenzó en 2002 y se completó en 2007.
Hoy, el templo de la Santísima Trinidad acoge a una comunidad de fieles devotos, que encuentra en este lugar un refugio espiritual. La comunidad ortodoxa en Guatemala continúa creciendo, expandiendo su influencia. La Madre Inés indica que el monasterio está abierto para recibir a aquellos que sienten el llamado a dedicar sus vidas completamente a la alabanza de la Santa Trinidad.
Además de su función espiritual, el monasterio sirve como hogar para niñas y jóvenes universitarios exalumnos del HRA. A través de su Fundación Friends of Hogar Rafael Ayau, continúa brindando apoyo a exalumnos y otros jóvenes necesitados. También ofrece programas de retiro espiritual, organiza sesiones intensivas de iconografía, y mantiene un laboratorio de medicina natural.
También dirige el Bachillerato y Universidad en Línea UOMAC, y se encarga de la traducción y celebración de los servicios litúrgicos monásticos. El monasterio colabora activamente con otros patriarcados en proyectos benéficos en todo momento.
Imágenes de la iglesia de la Santísima Trinidad del Monasterio Ortodoxo -Lavra Mambré-.
Vista desde el Monasterio Ortodoxo de la Santísima Trinidad -Lavra Mambré-.