Centenario del quetzal: legado de soberanía económica de 1924 a 2024
El Quetzal, la moneda nacional de Guatemala, cumple un siglo este 2024. Desde su nacimiento en noviembre de 1924 bajo la Ley Monetaria, ha sido símbolo de estabilidad y soberanía en la economía del país.
Redacción
La moneda nacional de Guatemala, el Quetzal, tiene una historia fascinante y significativa. En noviembre de 1924, nació mediante la Ley Monetaria, marcando el inicio de una nueva era financiera para el país. Fue durante el gobierno del general José María Orellana, entre noviembre de 1924 y febrero de 1925, cuando se emitieron dos leyes fundamentales: la Ley Monetaria y la Ley de Instituciones de Crédito de la República de Guatemala. Estas leyes tomaron como referencia el patrón oro para reformar el sistema financiero, sin depender de créditos extranjeros, utilizando recursos nacionales para fortalecer la economía.
Sin embargo, el cambio más significativo se produjo a través del decreto gubernativo 879, que marcó la creación de una nueva unidad monetaria: el quetzal. Esta moneda, con un contenido de oro puro equivalente al dólar estadounidense, representó un hito en la historia financiera de Guatemala. Este acontecimiento fue seguido por la fundación del Banco Central de Guatemala, establecido como el único emisor oficial de la moneda nacional.
Aunque, la nueva moneda fue creada en 1924, fue hasta el 21 de abril de 1927, durante el gobierno de Lázaro Chacón, que la circulación del quetzal se hizo efectiva. La creación del quetzal sentó las bases para la estabilidad financiera de Guatemala y la consolidación de su identidad económica, además de marcar el comienzo de una nueva etapa en su historia monetaria.
Solo cinco denominaciones circulaban: Q1, Q2, Q5, Q10 y Q20. Todas estas fueron emitidas por las casas Waterlow & Sons y Thomas de la Rue, con una característica única: presentaban la efigie del presidente José María Orellana, quien falleció en 1926, como un tributo a su legado y su contribución a la creación de la moneda nacional.
En septiembre de 1948, el Banco de Guatemala emite sus primeros billetes propios con nuevas características y diseños en denominaciones de 50 centavos de Quetzal, 1, 5, 10, 20, y por primera vez 100 Quetzales. También continúa con la acuñación de monedas en valores de 25, 10, 5 y 1 centavo de Quetzal.
Desarrollo económico
Desde la primera mitad del siglo XX, la volatilidad de la moneda y los intentos por reformar el sistema financiero se convirtieron en una constante. Sin embargo, fue con el nacimiento de su moneda nacional, el quetzal, que Guatemala experimentó una transformación en su desarrollo económico.
La historia de la moneda nacional de Guatemala está intrínsecamente ligada al nacimiento del quetzal, un hito significativo en su identidad monetaria. Los años clave marcan el camino hacia la consolidación de esta moneda, simbolizando la independencia económica y la estabilidad financiera del país.
El quetzal no solo se convirtió en un símbolo de la moneda guatemalteca, sino que también representó la independencia y la soberanía económica del país. Su aparición en la escena financiera marcó un capítulo crucial en la historia monetaria de Guatemala, subrayando su identidad y estabilidad en el ámbito económico nacional e internacional.
Recorrido histórico de la moneda nacional
En noviembre de 1924, se promulgó la Ley Monetaria, un hito legislativo que dio vida a la nueva moneda nacional, el quetzal. Esta medida sentó las bases para la transformación del sistema monetario guatemalteco, estableciendo una identidad propia y fortaleciendo su soberanía económica.
Dos años después, el 30 de junio de 1926, se fundó el Banco Central de Guatemala. Esta institución, como el único emisor oficial de la moneda nacional, desempeñó un papel crucial en la gestión y regulación de la circulación del quetzal, consolidando su papel en la economía del país.
Finalmente, el 21 de abril de 1927, durante el gobierno de Lázaro Chacón, marcó un momento histórico: el quetzal comenzó a circular. Este suceso representó el logro de un proyecto que había tomado años de planificación y marcó el inicio de una nueva era en la historia monetaria de Guatemala.