El Kat’un 2032 y el desarrollo mediante las APP
El presidente Arévalo, recientemente anunció la posible “Alianza Público-Privada” (APP), conocida también, como “Asociación Pública Privada” (APP), para gestionar el alicaído areopuerto internacional “La Aurora”. Y lo llamo posible, porque probablemente, como toda política de Estado será cuestionada, aplaudida o sujeta de algún amparo ante la Corte de Constitucionalidad.
También, existe la posibilidad de que el sector privado no se anime a entrarle a la propuesta de modernización del areopuerto, sino lleva implicita su administración o participación en esta y la certeza que lo pactado se cumplirá.
El impulso de las APP por parte del presidente debe ser tema de sobremesa ciudadana, por ello debemos saber que este acoplamiento, no es ni mas y menos, que un convenio entre una dependencia gubernamental y empresa del sector privado prestadora de servicios. Sin duda, como se mencionó anteriormente, la sola mención de este asunto generará desconfianza o más de una duda en algunos expertos en este tema, quizá por ello el presidente se adelantó a precisar, que no habrá “sobres bajo la mesa” (Nuestro Diario.19/06/2024).
Históricamente se reconoce que este modelo de colaboración entre el gobierno y el sector privado, surgio en “el Reino Unido” (1992), logrando reunir £ 16,000 millones, que fueron recaudados en mercados internacionales. La administración de estos recursos finacieros fueron destinados a una empresa privada por 60 años a partir de su construcción” (*).
La asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), con la colaboración de la Fundación Konrad Adenauer y bajo la coordinación de Luis Pablo San José, publicó un estudio denominado “OPORTUNIDADES DE LAS ALIANZAS PÚBLICO-PRIVADAS EN GUATEMALA” (2021)[1], explicando este tipo de convenios o contratos y resaltando la conicidencia con la definición de APP mencionada en el párrafo anterior. En cuanto, a que: “Las APP son un mecanismo para que el gobierno adquiera e implemente infraestructura o servicios públicos utilizando los recursos y la experiencia del sector privado” (BM, 2021).
Según el reporte de ASIES, la Agencia Nacional de Alianzas para el Desarrollo de Infraestructura Económica, (ANADIE) “…cuenta con una cartera de proyectos que se encuentran en diferentes procesos y solamente uno se ha aprobado”. En la tabla en que consignan aparecen siete de estos proyecto.
Las APP no son nada nuevo en nuestro país, su implementación está contemplada en el Plan Nacional de Desarrollo K’atun: nuestra Guatemala 2032, engavetado por los últimos gobiernos e ignorado por un buen número de ciudadanos y expertos en temas de desarrollo socioeconómico.
El Plan K’atun 2032, establece algunos lineamientos específicos para las APP, para el desarrollo en áreas rurales proporcionando “… medios de vida sostenibles y desarrollo de capacidades que garantizan su autosuficiencia” (P. 17).
El K’atun 2032, establece también las siguientes áreas para las APP: Impulsar, promocionar, facilitar incentivos para las pequeñas y medianas empresas, que fortalecen el Sistema Urbano Nacional; Atención a la problemática habitacional del país; Fomento del desarrollo cultural, con tecnificación agrícola y agricultura familiar para la seguridad alimentaria y alianzas público-privadas para el establecimiento de encadenamientos productivos en el área rural, entre otras.
Sin ánimo de quedar bien, considero que las APP implementadas correcta y honestamente son positivas para el desarrollo del país, a la vez que generadoras de empleo. Sin desestimar las ventajas y desventajas, condicionantes o denominadas en el estudio de ASIES, “Beneficios y problemas de las APP”. Entre los beneficios se listan los siguientes: Permite flexibilidad en términos presupuestarios; Reduce los niveles de financiación requeridos; Introducción de tecnología e innovación en los servicios públicos por parte del sector privado; Un complemento efectivo a las capacidades del sector público para satisfacer la demanda de infraestructura y servicios. Así, como incentivos para que el sector privado entregue proyectos a tiempo y dentro de un presupuesto pactado.
Finalmente, se mencionan problemas identificados en el estudio, que requieren mayor atención: El costo de financiación. Si bien para el sector privado existe una facilidad de adquirir fondos, el desempeño de las empresas asociadas debe mantener un flujo de efectivo rentable para continuar con estas intervenciones. Si los proyectos no son rentables, difícilmente el modelo podría despegar.
Debido a la complejidad de los acuerdos y tratados, es necesario contar con una legislación fuerte y eficiente para poder adaptarse a las diferentes modalidades que puedan surgir dentro de la aplicación de este; Si los proyectos no son presentados y comunicados de manera efectiva, pueden causar muchas dificultades en su implementación. Esto derivado del desgaste social y político que podría representar un malestar en la población.
La oportunidad para el sector privado está servida, hay más de un área en donde pueden intervenir para incidir en el desarrollo del país. Además de fortalecer la rentabilidad de sus empresas, para lo cual es necesario revisar y determinar en que áreas se pueden intervenir exitosamente.
[1] http://asies.org.gt/pdf/oportunidades_de_las_alianzas_publico_privadas_en_guatemala.pdf (*)