El financiamiento externo al presidente electo, la confirmación de la injerencia
Por Julio Abdel Aziz Valdez
¿Quedaban dudas acaso de que hubo dinero extranjero detrás de los bloqueos? Pues ahora se ha confirmado que ahí estuvo. Y claro, pagar por periplos internacionales sería el menor de los gastos y lo hicieron. Por supuesto cuando se le cuestiona al presidente electo no puede decir que esto viene de su propio bolsillo, aún no tiene acceso a gastos discrecionales.
Siempre he tenido dudas en relación al tema del fraude electoral, pero cuando veo esto resulta más claro. Pensemos por un momento. Las posibilidades mágicas de Arévalo de remontar el décimo puesto que tenía durante la primera vuelta electoral, eran las mismas para al menos 9 candidatos. De haber pasado por ejemplo Zury Ríos, Mulet o vaya, Armando Castillo (que estaba mejor posicionado) y luego el MP les estuviese cuestionando la legalidad de su partido ¿ustedes creen que esa dilecta y sabia comunidad internacional hubiera actuado igual?
La respuesta es un rotundo no, con una distancia diplomática a lo mucho estarían solicitando que se aclararan los procesos, o peor aún, si esas mismas misiones diplomáticas tuvieran el control del MP como antaño fue con Thelma Aldana o Claudia Paz y Paz, estarían apoyando los procesos legales, al grado de que estarían solicitando órdenes de captura inmediata y que asumiera el poder el 14 de enero el Procurador de Derechos Humanos.
Financiar a un político cuestionado legalmente NO FORMA PARTE DE LA MISIÓN DIPLOMÁTICA DE NINGUNA NACIÓN, a no ser que dicho diplomático forme parte de su estrategia intervencionista, que es lo que finalmente ha confirmado ser Bernardo Arévalo. Con él en el poder, esa comunidad internacional se ha hecho de otra pieza en el tablero mundial, porque ese dinero no es un regalo. En principio, estos financistas se aseguran de poner en el gabinete a sus empleados de confianza, como sucedió durante la presidencia de Jimmy Morales y otras anteriores. Firma de convenios y sobre todo la alineación. Nada de salirse de los dictados de quienes dicen ser las lumbreras de la democracia en el mundo.
Un dinero limpio que ha salido del bolsillo de contribuyentes de aquellas regiones, ahora se convierte en dinero sucio al financiar ilegalmente a un político rastrero, su partido y toda la estructura corrupta de organizaciones indígenas y ladinas (para ser incluyentes) en un país lejano para ellos pero, como en tiempos de la guerra fría, estratégico.
No vamos a ser tibios en calificar este acto como lo que es, un acto de injerencia grosero y prepotente, y a los diplomáticos que lo llevaron a cabo son unos delincuentes de cuello blanco, y los que recibieron el dinero cayeron en lo más bajo de las felonías, para ellos era más importante hacer del poder que la dignidad, pero que si son políticos ¿Qué saben de eso? Para ellos, la moral es un árbol que da moras.
Nunca hubo marchas por la democracia ni en contra de un golpe, todo esto se hizo para poner en el poder al político de su línea de pensamiento, el de su agrado, el que es fácilmente manipulable, como dijo una vez el renombrado presidente de Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt con relación a Somoza “puede que sea un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”, lo que en este contexto significa “puede que sea un delincuente, pero es nuestro delincuente”.
Lo importante ahora es hacer la revolución según estos políticos y sus titiriteros, el delito no importa, el fin justifica los medios. Otra vez, de un solo, hemos regresado a los setenta donde unos ponen el dinero y nosotros los muertos.