“El carrito de helados”: Jiménez denuncia estructura de espionaje
Parece que el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, ha destapado una conspiración digna de una novela de espionaje. El funcionario, presentó una denuncia en contra de una supuesta «estructura de espionaje» que opera bajo el enigmático alias de “carrito de los helados”. Todo por una fotografía publicada en redes sociales mientras, disfrutaba de un descanso en un centro comercial.
Redacción
El razonamiento de Jiménez es, cuanto menos, fascinante. En su visión, la referencia al “carrito de helados” en la publicación no es una simple ocurrencia, sino una pista inequívoca de un seguimiento coordinado. Porque, claro, ¿quién pensaría en fotografiar a un alto funcionario disfrutando de un respiro en un centro comercial sin formar parte de una conspiración?
La denuncia, presentada el 7 de enero en el Ministerio Público, surge a raíz de una imagen divulgada en X (antes Twitter) desde la cuenta Yes Master. Según el ministro, esta fotografía no es un acto casual, sino el resultado de un «seguimiento ilegal» que él mismo considera como parte de un sofisticado operativo de espionaje.
«Lo grave no solo es la fotografía, sino que se cumplió el círculo de inteligencia al tomarme la foto y después divulgarla«, declaró Jiménez, insinuando que detrás de esa publicación hay toda una red coordinada. El funcionario parece estar convencido de que este nivel de detalle solo puede ser alcanzado por una estructura clandestina.
Espías o francotiradores: el temor del ministro
En un tono que oscila entre la paranoia y la autoimportancia, Jiménez no solo expresó su preocupación por la fotografía, sino que fue más allá al afirmar que este seguimiento podría abrir la puerta a ataques más serios.
“Si una persona me puede tomar una fotografía, un francotirador me puede disparar”, dijo, llevando el tema de las imágenes a un nivel que seguramente muchos consideran exagerado.
El ministro también lamentó que algo así le suceda a él, un hombre que cuenta con un equipo de seguridad. «Imaginémonos las personas de cualquier nivel, de cualquier profesión son perseguidas«, añadió.
Sin embargo, para quienes han vivido en un país donde el seguimiento y la vigilancia suelen estar reservados para políticos o altos funcionarios de gobierno, sus declaraciones podrían resultar un tanto desconectadas de la realidad.
Jiménez insiste en que su denuncia no es contra la publicación en sí, sino contra el contexto y el supuesto espionaje que, según él, está detrás. Habrá que esperar si esta denuncia prospera o si quedará como un episodio más de declaraciones rimbombantes.