Dulce de ayote: tradición guatemalteca que endulza el Día de Todos los Santos
En Guatemala, el dulce de ayote es uno de los postres más esperados del 1 y 2 de noviembre. Su sabor, mezcla de panela, canela y clavo de olor, evoca los aromas de los hogares que cada año reviven esta receta ancestral.
Redacción
El dulce de ayote tiene su origen en las cocinas coloniales, donde el azúcar y la panela comenzaron a mezclarse con productos locales como el ayote, una variedad de calabaza dulce.
Desde entonces, el postre se convirtió en un símbolo de convivencia familiar, especialmente en noviembre, cuando acompaña el fiambre y otras preparaciones típicas de la temporada.

Preparación artesanal
La receta se mantiene casi intacta desde hace generaciones. Se corta el ayote en trozos grandes, conservando la cáscara, y se cocina lentamente en una mezcla de panela disuelta en agua, con canela, clavo de olor y a veces cáscara de naranja.
El secreto está en dejar que el jarabe se espese sin deshacerse el ayote, hasta lograr una textura melosa y un aroma intenso.

Ingredientes:
1 ayote amarillo o negro, crudo
2 trozos de panela
1 litro de agua
5 pimientas gordas, machacadas
1 raja de canela
Cáscara de naranja al gusto
Clavos de olor
Pizca de sal al gusto
Preparación:
Lava bien el ayote y córtalo en trozos medianos, conservando la cáscara.
En una olla grande, coloca el agua, la panela y las especias. Cocina a fuego medio hasta que la panela se disuelva completamente.
Agrega los trozos de ayote y mezcla con cuidado. Deja hervir durante 45 minutos a una hora, o hasta que el ayote esté tierno y el almíbar tenga una consistencia espesa.
Retira del fuego y deja reposar hasta que enfríe a temperatura ambiente antes de servir.



