“Disfrazado de cakchiquel”: diputado oficialista insulta a colega
El diputado Román Castellanos, del extinto partido Semilla quien se presenta como defensor de los pueblos originarios, señaló a su colega Bequer Chocooj de “disfrazarse de cakchiquel” y de lanzar una “verborrea barroca que al pueblo no le interesa”.
Redacción
La interpelación al ministro de Salud, Joaquín Barnoya, por la crisis en el sistema de Salud, fue precedida por un polémico momento protagonizado por el diputado oficialista Román Castellanos, del extinto partido Semilla.
En vez de aportar, Castellanos desvió la atención con un ataque personal y discriminatorio contra su colega Bequer Chocooj, quien había denunciado el abandono del sistema público de salud y la muerte de al menos siete niños en lo que va del año.
Castellanos optó por una defensa oficiosa del ministro Barnoya, en la que cuestionó la forma de vestir de Chocooj y lo acusó de disfrazarse de “cakchiquel”, descalificándolo también por su manera de expresarse. “Suelta una gran verborrea barroca que al pueblo de Guatemala no le interesa”, dijo el diputado oficialista, en tono despectivo, sin abordar de fondo los serios señalamientos hacia el Ministerio de Salud.
La intervención de Castellanos resultó reveladora: el mismo diputado que suele hablar públicamente sobre la dignidad de los pueblos originarios, se mofó del uso de la indumentaria indígena cuando proviene de un opositor político, revelando una actitud oportunista y contradictoria.
El uso del término “disfraz” para referirse a la identidad cultural de Chocooj no solo refleja una falta de respeto, sino una estrategia de distracción que busca evitar el debate real sobre la inacción del Ejecutivo frente a la emergencia sanitaria. Mientras se discutía el colapso del sistema de salud y la falta de personal médico, Castellanos optó por el insulto en lugar de la rendición de cuentas.
Finalmente, la interpelación fue suspendida por falta de quórum, dejando sin respuesta las preguntas fundamentales sobre por qué un ministerio con presupuesto millonario sigue sin atender a miles de niños en riesgo por desnutrición crónica.