Descontento general marca el primer año de gestión de Bernardo Arévalo
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Diversos sectores han expresado su descontento ante la falta de obras y proyectos efectivos durante el primer año de gobierno del presidente Bernardo Arévalo. La percepción de incumplimiento de las promesas de campaña y la ausencia de resultados tangibles han generado críticas tanto en la ciudadanía como en el ámbito político, de cara al informe de labores que presentará el mandatario este martes.
Redacción
Líderes de diversos sectores señalan que, a pesar de las expectativas generadas, las acciones gubernamentales no han logrado abordar de manera efectiva problemas clave como la infraestructura deteriorada, la inseguridad y la reactivación económica.
El malestar también se extiende hacia la continuidad del gabinete, una decisión que muchos consideran una falta de autocrítica frente al desempeño ministerial.
Críticas desde el Congreso
El diputado Jairo Flores, del bloque VOS, calificó como “decepcionante” la decisión del presidente Arévalo de mantener intacto su gabinete, asegurando que al menos cinco ministros debieron ser reemplazados debido a los pobres resultados obtenidos. Por su parte, Allan Rodríguez, jefe del bloque VAMOS, fue aún más contundente, señalando que se trata del «peor primer año de gobierno en la era democrática de Guatemala».
Ambos legisladores coinciden en que la administración no ha mostrado avances significativos en áreas críticas, como el desarrollo de infraestructura y la ejecución de proyectos sociales, lo que ha debilitado la confianza en la gestión actual.
Expectativas para el informe presidencial
El informe de labores de este martes será una oportunidad clave para que el mandatario justifique las decisiones tomadas y presente una hoja de ruta clara para los próximos años. Sin embargo, el clima de escepticismo persiste, especialmente ante la falta de claridad sobre cómo el gobierno planea revertir los problemas estructurales del país.
Con críticas desde múltiples frentes, la administración de Bernardo Arévalo busca superar el desafío de demostrar que su visión de cambio puede traducirse en acciones concretas que impacten positivamente en la vida de los guatemaltecos.