Carlos Torrebiarte
Descaro del gobierno de Canadá
La hipocresía de Trudeau
Es ridículo que el gobierno canadiense pretenda dar lecciones de justicia y respeto a los DD.HH. en Guatemala al “sancionar” a la Fiscal General, fiscales de la FECI y juez, aduciendo que están implicados en “socavar la democracia y el estado de derecho» y en “promover la corrupción y cometer violaciones a los DD.HH. con impunidad,” mientras el propio Trudeau enfrenta serias acusaciones en su país.
El mes pasado un tribunal federal canadiense dictaminó que en el año 2022 el gobierno de ese país cometió ilegalidades y fue irracional reprimiendo desproporcionadamente un convoy de camioneros que manifestaba en contra de las restricciones dantescas que Trudeau implementó durante la pandemia. Trudeau decretó un estado de emergencia ilegal para atacar a los camioneros violentamente, cerrar sus cuentas bancarias y amedrentar a las empresas con las que tenían negocios, con la intención de arruinarlos económicamente. Además, utilizó a los medios de comunicación estatales para acusar a los manifestantes de pertenecer a grupos extremistas que querían causar caos en el país. Trudeau y sus secuaces, incluida la ministra de asuntos exteriores, Mélanie Jolie, violaron los derechos humanos de miles de personas en Canadá y utilizaron el poder para oprimir a gente trabajadora. Finalmente, un juez puso fin a sus excesos por lo que tendrán que responder ante la justicia. ¿No sería interferencia de poderes si Trudeau pidiera la renuncia del juez que lo acusa? ¿Qué tal si dijera que es persecución ilegal o intento de golpe de estado? Es lo que intenta promover en Guatemala.
Es manifiesta la doble moral de Trudeau, que debería preocuparse por las demandas de abuso de poder que tendrá que enfrentar en su país en lugar de inmiscuirse en los asuntos internos del nuestro.
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