Las palabras enferman o te sanan
Mary Ayala de Peralta
Imagínense que los médicos de antes del tiempo de Hipócrates, sin ayuda del Big Pharma, llegaron al entendimiento que a través de la comunicación era posible curar enfermedades. A través de las palabras. Y es una fuerza sobrenatural que no es tan reconocida por la ciencia, “pero es ese potencial tuyo, y mío; que puede que doblegue las asechanzas y obstáculos de la vida.
Al hacer una breve exploración curiosa de algunos de los entrecijos fascinantes de la mente humana, los expertos encontraron que existe un puente increíble entre la ficción y la ciencia. Y al atreverse a profundizar en los rincones complicados DEL CEREBRO y que un día fueron inexistentes para la ciencia; nombrándolo como algo esotérico o mágico, esos rincones LA NEUROCIENCIA se permitió llamarlos “El poder del pensamiento”.
Nuestra sociedad vive muy de prisa y el ser humano necesita momentos de quietud y de sosiego para hacerle frente a los desafíos, a las complejidades, a las dificultades. Sin este momento de recuperación de las neuronas, esto nos hace más irritables, más huidizos y bastante aislados. Y es que todas las personas sufrimos. En la niñez, en la juventud, en el matrimonio. Nos dijeron palabras no muy agradables y hubo heridas, que lo convertimos en un proceso de rumiación y de diálogo interior que dificulta la superación del ser humano.
Y esa rumiación NO nos permite un “vivir sano”. Porque no estamos viviendo. Estamos sobreviviendo.
Nuestra sociedad está enferma de supuestos que son falsos porque escuchamos palabras que se nos dijeron en momentos, que éramos tan pequeños que no teníamos listo el cerebro para afrontarlo, pero que lo guardamos como una verdad absoluta.
Que engaño más sutil. La mente te quiere llevar al pasado para deprimirte, y al futuro para llenarte de miedo. Es lo que se conoce como ansiedad anticipatoria.
Descartes que no creía mucho en las emociones, cercano a su muerte dijo: Mi vida estuvo llena de desgracias. Y la mayor parte, jamás sucedieron. De todas las cosas de las que tenía miedo que me pasaran, ninguna sucedió.
Pero hay en el cerebro una estructura, que se llama el hipotálamo, donde hay un núcleo, que al activarlo se produce una relajación intensa. Este experimento se había hecho en gatos, pero no se sabía si se podía lograr en humanos.
Porque ese núcleo que contrarrestaba la acción del SNS, la tormenta la convertía en calma, y la tensión en tranquilidad. Y es que ese núcleo está tan profundo en el cerebro que no se puede activar. Y sólo se podía activar si se descubrían las vías que podían transitar en el cerebro y tocar el núcleo. Y se dieron cuente que posible activarlo a través de las palabras.
Vivimos en un mundo enfermo
Y es que se puede llegar al agotamiento si la relajación del cerebro no se logra. El mundo anda de prisa, el mundo anda enojado, el mundo tiene miedo, miedo del futuro del presente y del pasado.
El mundo en que vivimos hoy es demasiado complejo, y precisa de nosotros una velocidad para captar información y procesar información que sólo se logra cuando los hipocampos están aumentados en volumen. Ahí permite no, que nos salgamos del mundanal ruido, sino salirse del ruido interior.
Cuando logras que el parloteo, el ruido mental no te atrape; HAS ENTRADO A LA QUIETUD Y AL SOSIEGO DE LA MENTE Y ESTAS EN EL PRESENTE. Esta sociedad vive drogada para poder vivir. Toman pastillas para dormir, para la presión alta, para los nervios, para la diabetes, para la depresión etc. Porque nuestra sociedad está enferma.
El dolor es parte de la vida. Te roban el carro, pierdes el trabajo, se te muere un ser querido, y te va a doler. Pero el dolor, más el parloteo mental, convierte el dolor en sufrimiento. El dolor es parte de la vida, pero el sufrimiento es un invento de la mente.
Andamos en piloto automático
ay una red neuronal que nos hace andar en piloto automático, y se llama la mente que divaga, o la fuente de infelicidad. Estar en piloto automático es estar en conversación con alguien: caminas y haces de tu día una rutina, pero alguien maneja tus conversaciones mentales.
El piloto automático te evita estar concentrado. Y ya no puedes ver lo que está sucediendo a tu alrededor. Si estás ante un problema es necesario entender el problema, porque de ahí logras la solución en Piloto automático estás pensando qué voy a hacer, qué mala suerte, siempre pierdo todo, etc etc etc.
Al dejar el piloto empiezas a cambiar la percepción de las cosas. Aprendes lo que vales, descubres tu potencial, aprecias más a la gente, disfrutas el momento y llegas al entendimiento que todo es temporal y que siempre hay un nuevo empezar, mejor que el que estás dejando atrás.
Ghandi era muy tímido
Se graduó de abogado y no pudo ganar ni un caso por su timidez. Un día un miembro de la familia se tuvo un gran problema y lo mandaron a traer para resolver el caso. Pero en el camino vio tanta pobreza, tanto dolor y tanta injusticia; que se dedicó a atacar ese desastre con el silencio y sin guerra. Su timidez no desapareció. La aceptó. Pero la gente reconoció su liderazgo, y no hablaba mucho, pero la gente lo seguía en multitudes. No mires lo que no tienes ni lo que tú crees que son defectos. Tu naciste para brillar y esa realidad no la límites.
Después de cinco años en los campos de concentración, Vicktor Frankl escribió: