CUI y NIT: ¿Transparencia o control excesivo?
La reciente unificación del Código Único de Identificación (CUI) con el Número de Identificación Tributaria (NIT) en Guatemala ha despertado preocupaciones sobre el alcance del control estatal sobre los ciudadanos. Mientras la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) la presenta como una medida de simplificación, diversos sectores advierten sobre riesgos en privacidad, fiscalización excesiva y posibles impactos en la economía informal.
Redacción
Desde el 17 de marzo de 2025, la SAT implementó la integración del CUI con el NIT, estableciendo un único identificador fiscal. En teoría, esto facilita los trámites administrativos y permite un mayor control sobre las obligaciones tributarias. Sin embargo, la medida también amplía el acceso del Estado a información financiera y transaccional de los ciudadanos, incrementando el monitoreo de ingresos y movimientos bancarios.
A pesar de las afirmaciones de la SAT de que la unificación no introduce nuevos tributos ni afecta las transacciones personales, persisten dudas sobre su potencial uso en futuras reformas fiscales y la posible imposición de impuestos sobre transferencias y pagos a terceros.
Desventajas y riesgos
Si bien la medida promete simplificar trámites y evitar la duplicación de registros, las implicaciones a largo plazo en términos de control estatal sobre la economía y los ciudadanos siguen siendo inciertas. La pregunta clave es si esta iniciativa realmente fortalecerá la transparencia o si allanará el camino para una supervisión excesiva que termine afectando la privacidad y la libertad financiera de los guatemaltecos.
Mayor fiscalización y monitoreo: La vinculación del CUI con el NIT podría facilitar un control más agresivo sobre las cuentas bancarias, afectando incluso a personas con ingresos modestos o esporádicos.
Riesgos en la privacidad: Al centralizarse los datos en un único identificador, aumenta la vulnerabilidad ante filtraciones, uso indebido de información y posibles accesos sin consentimiento.
Posibilidad de nuevos impuestos: Aunque la SAT lo niega, expertos advierten que este mecanismo podría utilizarse para futuras medidas recaudatorias, afectando a sectores que actualmente operan sin tributación formal.
Exclusión financiera: Podría generar barreras para quienes operan en la informalidad, desincentivando la bancarización y restringiendo el acceso a servicios financieros.