¿Cuánto costaría la jubilación universal?
Q4 mil 466 millones costaría la propuesta de jubilación universal impulsada por diputados oficialistas, en una iniciativa con tintes populistas y posible uso electoral.
Redacción
El Congreso discute una propuesta que promete beneficiar a miles de adultos mayores, pero que tendría un costo millonario para las finanzas públicas. Se trata de la iniciativa de jubilación universal, impulsada por diputados oficialistas, que contempla otorgar Q500 mensuales a todas las personas mayores de 65 años, sin importar si cotizaron al Seguro Social.
Según el proyecto presentado por el diputado Samuel Pérez, el programa arrancaría en 2026 con un presupuesto estimado de Q4 mil 466 millones, una cifra que supera con creces los recursos actuales destinados al Programa del Adulto Mayor, manejado por el Ministerio de Trabajo.
La propuesta también plantea trasladar la gestión del beneficio al Ministerio de Desarrollo Social, encendiendo alertas sobre su posible uso clientelar.
A esta medida se suma la iniciativa de ley 6478, que busca aumentar las pensiones del IGSS. La propuesta establece que quienes reciben menos de Q1,500 mensuales sean ajustados a ese monto, y quienes ya reciben Q1,500 obtengan un incremento de Q300. De acuerdo con técnicos del IGSS, esta reforma costaría alrededor de Q1 mil millones anuales.
En total, ambas propuestas representarían un gasto superior a Q5 mil 400 millones cada año, sin un plan financiero claro para sostenerlas. Los impulsores mencionan como posibles fuentes de financiamiento los bonos del Tesoro, préstamos internacionales y donaciones, aunque ninguna de estas opciones garantiza estabilidad a largo plazo.
El presidente de la Comisión de Finanzas, Julio Héctor Estrada, advirtió que sin una reforma estructural que fortalezca la base de contribuyentes del IGSS, cualquier aumento de pensiones podría generar un “agujero fiscal” difícil de cubrir. Además, recordó que el sistema actual arrastra debilidades por décadas de cobertura limitada y falta de planificación actuarial.
Mientras tanto, el debate se da en medio de un ambiente marcado por el desgaste del oficialismo, lo que alimenta sospechas de que estas iniciativas responden más a cálculos políticos que a una verdadera planificación social.