Cuando la excepción se vuelve la regla…
CUANDO LA EXCEPCIÓN SE VUELVE LA REGLA… “(Cuando de la excepción pasamos a la regla en acciones negativas, se percibe un mal síntoma, que se resume en unas malas prácticas que cambian una finalidad, cualquiera que ésta sea…)
En diferentes circunstancias de la vida, en una gestión Empresarial, política, de Estado y de toda índole, entendemos que la excepción a la regla en malas prácticas es tolerable. Sin embargo, cuando las malas practicas se vuelven la regla, entonces se vuelve intolerable y tenemos un problema serio.
Hablando de nuestro país, en tiempos de antaño, era un pelo en la sopa, o un punto negro, dentro de cualquier gestión, prácticas ilegales, o deshonestas, o anti éticas o inmorales, que cualquiera con cierto nivel de educación o valores las entiende así.
Eran mal vistos actos que podemos llamar delictivos que faltaban a la ética y la moral, por una sociedad que respetaba la ley y el derecho. Existían excepciones a la regla, las cuáles eran castigadas por las Autoridades y se aplicaba la ley, una ley concebida con una esencia con bases de integridad.
Desafortunadamente, hoy observamos una descomposición social en aspectos de integridad y valores, ocasionada por un crecimiento poblacional sin orden, controles ni educación formativa. Esta descomposición social, ha vuelto en la regla las acciones que podríamos catalogar como excepciones y malas prácticas, negativas, delictivas y nocivas para toda finalidad en cualquier sociedad.
Y un día nació la ley del “Más cabrón que bonito.” en una cultura que basada en una “falta inmensa de integridad, valores y principios”, se crearon los políticos que buscaban llegar a la guayaba, un buen hueso, y lograr los cambios y modificaciones a las buenas prácticas, a las leyes que deberían estar hechas a su conveniencia para poder moverse en su ambiente pestilente que les permitiera lograr sus sucios y oscuros intereses.
¡A todos nos parece familiar oír, “Ese cuate si es cabrón usté! Le sobran las traidas, ese si la hace…es casado, pero no capado, sabe chupar, y aguanta no lo bota nadie…. Y tiene bastante billete, hace buenas transas, y conoce de negocios que dejan billete de verdad … drogas, guaro, antros de vicio etc.
A este típico personaje, le aplauden y lo alaban con un tono de admiración… aunque usted no lo crea. Un gran porcentaje de la población tiene esta mentalidad. Vivimos en la selva, donde no existe el respeto a nada ni a nadie, en un ambiente bastante primitivo. Muchos de los políticos y personajes que llegan al poder y a cargos en puestos públicos, con poder o injerencia tienen ésta equivocada, perversa y estúpida mentalidad.
“Hacer billete”, no importa cómo, si hay que pasar encima del amigo o del vecino, si hay que quitar del camino al oponente, no importa, todo es válido. Porque eso es “ser cabrón”, eso da el poder que admira una gran parte de una sociedad carente de educación, valores e integridad.
Hemos visto en los últimos gobiernos, cómo los actos delictivos se establecieron como la regla, se crearon estructuras criminales, las mafias y el crimen organizado cooptaron el poder, compraron y se incrustaron en las autoridades.
Una gestión que debería estar basada en un proyecto de Nación, en trabajar en las prioridades para sacar adelante al país, se dedica a ver la mejor forma de cómo saquear los recursos del Estado. Mejor si se mantiene un pueblo ignorante y con hambre, mejor si se promueve el caos y la zozobra. Es el ambiente ideal para la transa y para los que viven de la demagogia y discursos populistas.
¿Cuándo será el momento ideal para pensar que esta realidad la podemos cambiar ? que es posible empezar con un cambio, un cambio con otros personajes, con formación e integridad, capaces, con un buen plan y equipo de trabajo, respetuoso de la vida, de la ley, de la libertad y el derecho.
Un candidato y equipo de personas que pelee por el desarrollo integral de país y por una justicia de verdad. Este es un tema cultural de toda una sociedad, de donde salen los candidatos para llegar al poder, en donde ese cambio es verdaderamente complejo y complicado que debe empezar con un proceso de largo plazo, para que algún día, con un proceso continuo y consolidado, se inicie el camino correcto…