CSJ sigue sin presidente mientras Lucero retiene el control
La CSJ lleva poco más de un mes sin elegir presidente mientras Carlos Lucero mantiene el control interino con 5 votos frente a 8. Lo que está en juego no es únicamente quién preside la CSJ, sino cómo se reconfigura el sistema de justicia antes de elegir a quienes dirigirán el Ministerio Público y los tribunales más importantes del país durante los próximos años.
Redacción
En este contexto, la interinidad beneficia a quien ya ocupa el despacho, reduce el margen de maniobra de magistrados que buscan un cambio y crea un clima institucional donde la incertidumbre se vuelve herramienta de poder.
El bloqueo interno se ha repetido sin variación: 5 votos por Lucero y 8 por Carlos Contreras Valenzuela, insuficientes para alcanzar los 9 requeridos.
Pero el impasse no afecta por igual a todos. Como Vocal I, Lucero ocupa automáticamente la presidencia interina, un rol que le permite gestionar el día a día, controlar tiempos y ejercer influencia en un momento institucional clave.
La orden de la Corte de Constitucionalidad emitida por los magistrados Leyla Lemus, Gloria Porras, Roberto Molina Barreto, Nery Muñoz y Héctor Flores exige que la CSJ permanezca en sesión permanente hasta elegir presidente.
El video que revela la lógica detrás del bloqueo
La filtración del video donde Lucero afirma que el Organismo Judicial “no necesita un presidente electo” no hizo más que confirmar lo que el comportamiento institucional ya sugería: la interinidad no es un defecto, sino un diseño.
En sus propias palabras, Lucero explica que buscó ser nombrado Vocal I precisamente porque ese cargo le permite sustituir a cualquier presidente. Dicho de otra manera: la ausencia prolongada de un titular lo fortalece.
Este cálculo no es menor en un escenario donde la CSJ tendrá un rol central en temas como la integración de la postuladora del MP, los amparos vinculados al proceso y eventuales controles de constitucionalidad sobre actuaciones del Ejecutivo y el Congreso.
En cualquier ciclo institucional, la falta de presidente sería un problema; pero en este, donde se define la ruta hacia el próximo fiscal general, es particularmente crítico.
Un presidente interino, cuya legitimidad depende del estancamiento, no tiene los incentivos para acelerar el proceso ni para asumir decisiones que alteren su propio equilibrio de poder.
La misión de la OEA: presente, pero selectivamente silenciosa
A pesar de la gravedad del escenario, la misión de observación de la OEA que monitorea la situación institucional guatemalteca ha omitido pronunciarse sobre la falta prolongada de presidente en la CSJ, ni ha comentado el video de Lucero que apunta directamente a un bloqueo deliberado.
Mientras la OEA dedica comunicados a aspectos políticos y administrativos del Ejecutivo, evita referirse al Poder Judicial, incluso cuando este atraviesa un ciclo que definirá la arquitectura del sistema de justicia para los próximos años.








