Crisis en la cadena de suministros de Guatemala: un análisis de la situación actual y posibles soluciones
La crisis en la cadena de suministros en Guatemala ha alcanzado un punto crítico, evidenciada por los severos retrasos en los puertos del país. A medida que la economía global se recupera de los estragos de la pandemia, la situación de Guatemala resalta la vulnerabilidad de su infraestructura portuaria y los problemas sistémicos que enfrentan las empresas importadoras.
Redacción
Guatemala cuenta con cuatro puertos principales, siendo el más relevante para las importaciones el Puerto Quetzal. Sin embargo, este puerto opera bajo un modelo de concesión que involucra tanto a una empresa portuaria privada como a una pública, un esquema plagado de corrupción.
La situación de los puertos
La empresa concesionaria, Terminal de Contenedores de Quetzal (TCQ), estuvo implicada en el escándalo de corrupción del ex presidente Otto Pérez Molina. Esta situación llevó a la transferencia de los derechos de operación a APM, que enfrenta un complicado proceso legal para establecer su control.
En junio de este año, una sentencia judicial declaró nulo el contrato con TCQ, dejando a APM y a sus clientes en la incertidumbre sobre la continuidad de sus operaciones. Ante esta situación, el Comité de Agrupaciones de Exportadores de Guatemala (CACIF) presentó un amparo que permitió a la terminal de contenedores continuar operando, siempre que se inicie un nuevo proceso de licitación conforme a la legislación guatemalteca.
Sin embargo, esto ha generado un clima de temor entre los importadores, quienes han decidido trasladar sus operaciones a la Empresa Portuaria Quetzal (EPQ).
Limitaciones operativas de la EPQ
La EPQ, que tradicionalmente se especializa en carga a granel y tipo bulk, ahora maneja el 80% de la antigua operación de APM, desbordando su capacidad. Actualmente, enfrenta serias limitaciones operativas: solo una de las cinco grúas está funcionando, hay espacio desaprovechado, escasez de porta contenedores, y la infraestructura envejecida solo cuenta con cuatro muelles de descarga.
Esto ha llevado a EPQ a priorizar la demanda de contenedores, dejando en espera hasta 23 barcos que transportan carga a granel. Como resultado, el país ha experimentado atrasos de hasta 50 días en la llegada de productos esenciales como cemento y acero.
Propuestas de MAR
Ante esta crisis, el movimiento político MAR ha presentado varias propuestas para abordar la situación. En su cuenta oficial de Twitter, MAR destaca la necesidad de «agilizar la licitación de una nueva empresa portuaria para la terminal de contenedores de Puerto Quetzal mediante un proceso transparente y sin corrupción».
También señala que es imperativo «terminar con todos los contratos corruptos que hoy estorban la correcta operación de la EPQ y aprobar la solicitud de renovación de infraestructura para contar con 12 muelles de primer nivel dentro del puerto».
Además, el gobierno de Arévalo debería «dejar de gastar en publicidad y dar prioridad a las obras para reparar las carreteras del país y brindar la infraestructura necesaria para la actividad económica», según MAR.
Crisis en el transporte terrestre
La crisis actual en la cadena de suministros de Guatemala resalta la urgente necesidad de reformas estructurales en la gestión portuaria. Es fundamental que el Estado implemente un marco regulatorio más robusto que garantice la transparencia en los procesos de concesión y operación portuaria.
La modernización de la infraestructura portuaria y la capacitación de personal especializado son pasos cruciales para evitar futuras crisis.
Esta situación se agrava con el transporte terrestre, que enfrenta una crisis debido a los altos precios del combustible y la escasez de pilotos, quienes a menudo optan por migrar debido a las deplorables condiciones económicas en Guatemala.
La situación actual de los puertos guatemaltecos refleja problemas de gestión y corrupción, así como la necesidad de una revisión integral de los sistemas que sustentan la economía del país.