Consuelo Porras seguirá en su cargo hasta 2026, según ordena la ley vigente
Lo que nunca imaginaron Thelma Aldana y la CICIG: su reforma a la Ley Orgánica del MP blinda a la Fiscal General Consuelo Porras, quien gracias a ese cambio legal, permanecerá en el cargo hasta 2026, a menos que cometa un delito doloso y este sea debidamente comprobado. Hoy, la Corte de Constitucionalidad expuso que no hará la modificación, solicitada en acciones interpuestas por los 48 Cantones y un grupo de abogados. En cualquier caso, de cambiarse la ley, entraría en vigencia para el próximo Fiscal General, de modo que la intención de defenestrar a Porras no se cumpliría aunque se cambie dicha ley.
Redacción
La Corte de Constitucionalidad (CC), decidió no modificar un párrafo en la Ley Orgánica del Ministerio Público (MP), que según los detractores de Consuelo Porras, permitiría obligarla a su renuncia o bien, su destitución.
El 15 de octubre, un grupo de abogados pidió el cambio a dicho párrafo. Otra acción en el mismo sentido fue interpuesta por los 48 Cantones. La CC dijo NO a ambos grupos y de momento, la Fiscal General permanecerá en su cargo hasta 2026, cuando termina su mandato.
El artículo en discordia o el «tiro por la culata» de Aldana
Promovido y aprobado gracias a las gestiones de Thelma Aldana, asesorada por la CICIG, el artículo 14 del MP habla de las causales para destituir al Fiscal General. El párrafo que entonces logró agregar Aldana y hoy sus admiradores pretendían remover, señala:
Artículo 14. Remoción. El Presidente de la República podrá remover a la Fiscal General de la República, por causa justificada debidamente establecida. Se entenderá por causa justificada, la comisión de un delito doloso durante el ejercicio de su función, siempre y cuando haya sentencia condenatoria. debidamente ejecutoriada. Se producirá la suspensión individual total del ejercicio de sus funciones, una vez decretado el auto de prisión preventiva, medida sustitutiva o falta de mérito con medida sustitutiva«.
El párrafo en negrillas, creado para garantizar que Jimmy Morales no pudiera destituir a Thelma Aldana, se convirtió en un incómodo escollo para quienes hace unos años lo aplaudieron y que hoy pedían su eliminación, olvidando que dicho cambio tampoco garantizaría la remoción de Porras, ya que entraría en vigencia cuando ella termine su mandato.