Congreso dividido: disputas internas y maniobras tras suspensión del aumento salarial
Los diputados han montado una nueva puesta en escena en la que algunos aplauden a Nery Ramos, presidente del Congreso, mientras otros lamentan que el jugoso aumento salarial se les escape de las manos.
Redacción
El debate sobre el incremento salarial ha expuesto las fracturas dentro del Legislativo. Mientras unos justifican la medida con argumentos de profesionalización y dignificación, otros la critican como un acto de avaricia en un contexto de crisis económica.
Hasta el momento, el acuerdo que autorizó el incremento no ha sido suspendido, lo que deja abierta la posibilidad de que el beneficio se mantenga. En redes sociales, circula información que asegura que los diputados ya recibieron su salario de marzo con el aumento incluido, cobrando entre 66 mil y más de 70 mil quetzales para los miembros de la Junta Directiva.
Luis Aguirre, jefe de la bancada Cabal: «Mi voto esa noche fue a favor. Siempre he tratado la manera de tener personal calificado y que no seamos mano de obra barata” indicó en una entrevista radial.
Para Aguirre, el aumento tenía la finalidad de mejorar la calidad de los legisladores. «Quizá el error fue hacerlo para esta legislatura y no para la siguiente», reconoció, mientras insinuó que hay movimientos para derrocar a la actual Junta Directiva porque «no favorece a los diputados».
Rodrigo Pellecer, diputado de Elefante, no dudó en calificar la decisión de la Junta Directiva como «una bajeza», asegurando que los están castigando injustamente. «La Junta Directiva no puede desobedecer un mandato del pleno del Congreso», reclamó, cuestionando que el retroceso en el aumento sea una estrategia para manipular la percepción ciudadana.
Raúl Barrera, de Semilla, abordó el tema con un discurso más técnico, instando a «parametrizar los salarios» y señalando que la discusión es impopular, pero necesaria. No obstante, su postura deja en evidencia la desconexión con el malestar social: en un país donde el salario mínimo apenas supera los 3 mil quetzales, la justificación de incrementos salariales para diputados suena a burla.
El presidente del Congreso, Nery Ramos, anunció que se suspendía el aumento «para atender las demandas del pueblo de Guatemala». Por ahora, el acuerdo que otorgó el incremento a los legisladores no ha sido derogado, por lo que la decisión parece más una estrategia para aplacar las protestas que una verdadera renuncia al beneficio.
Este giro en el Congreso se da en medio de presiones de grupos ciudadanos, como los 48 Cantones, que han condenado el excesivo salario de los legisladores.