Con mucho cinismo y poco debate, el presupuesto 2026 se aprobó de madrugada y asciende a más de Q163,000 millones
Una intensa jornada se vivió anoche en el Congreso, donde finalmente resultó aprobado el Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado 2026, que amplía los recursos del gobierno hasta Q163,469,328,657, pese a la poco significativa oposición de 21 diputados.
Redacción
Con una disidencia mínima, 139 de 60 diputados votaron para ampliar el presupuesto nacional hasta los Q163,469,328,657. La página del Congreso enfatiza: «es importante destacar que el Pleno del Congreso aprobó el presupuesto en el tiempo establecido en la Constitución Política de la República de Guatemala, como lo establece el Artículo 171, inciso B».
Esto parece un sarcasmo, ya que lejos de una discusión seria y formal de varias semanas, usaron el recurso ya conocido de aprobar dicha ley en tiempo récord y de «urgencia nacional», pese a que el proyecto fue enviado al pleno el 9 de septiembre.
En una sesión que expuso las prácticas instaladas durante el gobierno de Alejandro Giammatei, los diputados trabajaron intensamente por única vez en el año y se coordinaron para aprobar el documento, que contiene bolsones presupuestarios y muchas otras ilegalidades, según expuso en su análisis El Economista, columnista de este medio digital.
La lectura inaudible y los bostezos de varios legisladores marcaron la tónica de una jornada que a todas luces se concertó previamente y lejos de perfilarse como un plan serio para favorecer el desarrollo económico y social del país, se evidencia como un nuevo botín para los políticos, quienes ya comienzan a prepararse para el próximo año pre electoral.
De las antiguas prácticas, resaltó que al amancer, sindicalistas de salud pública bloquearon la entrada del Organismo Legislativo, para presionar la inclusión de varios trabajadores en la modalidad 011 de contratación y un «bono para los salubristas», que probablemente será incluido en las sesiones faltantes, ya que al momento, el proyecto de ley está aprobado desde anoche, en la sesión extendida por unas diez horas y que concluyó tal como se auguraba: con la aprobación del presupuesto más alto, desfinanciado y poco realista de la historia.








