Cinco frases y hechos de Arévalo que le garantizan la fama para la posteridad
Mencionar que un mandatario ya tiene acciones y frases inscritas en el «libro de la historia» parece aventurado, mas no sucede así con Bernardo Arévalo, quien brilla por comentarios y acciones que en cualquier ciudadano común y silvestre no pasarían de ser «ocurrencias» pero que en el gobernante tienen implicaciones nefastas. Pero como todo en este mundo es tragicómico, los lapsus y despropósitos del gobernante deben ser registrados.
Redacción
Desde sus vanos intentos de injerencia en asuntos judiciales, como el retorno de los prófugos amparados por Washington, hasta la mención al «puerto de San José» como el puerto comercial más relevante de Guatemala, Arévalo es pródigo en anécdotas que lo asemejan al boliviano Evo Morales o al mexicano AMLO; conocidos por sus reiterados lapsus y divagaciones en discursos.
Un ejemplo, son estos cinco momentos que constituyen una pequeña pincelada del rumbo o divagación que vive Guatemala actualmente, conducida por un piloto que ni siquiera tiene claro cuál es el puerto comercial más importante de su país
Prensa: «La conferencia de prensa es mía, no es suya»
Con una postura corporal extremadamente arrogante y de descalificación al reportero, Arévalo dijo: «la conferencia de prensa es mía, no es suya. Porque parece que le hubieran hecho la pregunta».
Ante una respuesta como esta, cabría esperar que los reporteros y sus medios evitaran dar cobertura a los eventos del gobierno, que finalmente aparecen detallados en la gubernamental agencia de noticias y el diario oficial, así como son replicados en redes institucionales.
Es una afrenta contra el entrevistador que el funcionario responda como si fuera un Nerón tropical, título que se ganó a pulso en apenas seis meses y luego de cuatro años de vegetar en el Congreso. Este es otro de los elementos satíricos alrededor del gobernante: muchos de sus votantes y serviles aduladores no sabían que fue diputado de Semilla cuatro años.
Otro momento folclórico y que debería ser suficiente para que los directores de medios no manden a su personal a recibir humillaciones, fue en mayo cuando los guardaespaldas de la SAAS encerraron a periodistas en un aula de un instituto quetzalteco, tema por demás de dudoso interés para una cobertura periodística seria. Incluso la APG, con cierta inclinación hacia la izquierda, publicó un comunicado quejándose del hecho.
Pese a su evidente desprecio a los simples reporteros, Arévalo exhibe y proclama su deferencia al magnate de medios Jose Rubén Zamora, quien goza la bendición de la SIP y organismos internacionales.
Porras, enemiga personal
Debido a que el Ministerio Público inició investigaciones por la inscripción anómala del Movimiento Semilla, y posteriormente indagó sobre las evidentes irregularidades en las elecciones, Arévalo tomó personal el asunto con Consuelo Porras y luego de varios fallidos intentos que de por sí son muestrario de cómo se maneja la «cosa pública» en Guatemala, ahora se limita a decir que «sigue esperando la renuncia» de Porras.
Como un dato de color que manifiesta la veleidad de la administración actual, es obligatorio recordar que la denuncia por las firmas anómalas para inscribir al movimiento Semilla fue interpuesta por el propio Bernardo Arévalo.
Entretanto, el MP sigue dirigiendo todas las investigaciones penales del país, información que traslada a la PNC, no facultada para investigar, y juntos emprenden diversos operativos de los cuales, irónicamente, el gobierno presume como logros de su administración.
El «puerto»: impresionante confusión
Desde 1985, el Puerto de San José dejó de ser puerto marítimo y se convirtió en una playa para el descanso de turistas mayoritariamente nacionales.
Parece insólito entonces, que Arévalo haya tenido la osadía de afirmar que «el puerto de San José no está cerrado», con absoluta arrogancia ante el periodista que le preguntó sobre los barcos varados en el Puerto Quetzal, situación que amenaza incrementar aún más la inflación y afecta seriamente al comercio.
Creer que el Puerto de San José sigue siendo el punto para el comercio marítimo sería lamentable pero comprensible si hubiera provenido de un diplomático. Pero viniendo del «estadista» que ofreció «el oro y el moro» cuando asumió luego de una vergonzosa reyerta en el Congnreso, pone a Guatemala en un muy triste papel que nos remite a los tiempos en que los gobernantes de la región eran conocidos como «gorilas» y estos países, «repúblicas bananeras».
Los 14 millones más escurridizos de la historia
Q116,130,637,000 son insuficientes para el gobierno actual, que a toda costa intentó una ampliación presupuestaria a la que de forma bastante ingenua trató de disfrazar como «readecuación». Pese a ello, el Congreso no avaló el intento, ya que entre otros, la propuesta de ampliación no fue planteada según criterios técnicos y legales. Y cuando intentó lograrlo imponiendo «estados de calamidad», primero el fuego fue apagado por las lluvias y después, las lluvias terminaran. Esto aumenta el carácter de opereta que exhibe la actual administración.
Parece risible que Arévalo sea el mismo que hace menos de un año aseguraba «el 40% del gasto público se va en corrupción», y también que sus huestes mostraran indignación y rabia por «el presupuesto más alto de la historia», que en aquel momento motivó disturbios y vandalismos pero era mucho menor al actual que hoy no le alcanza al gobernante que terminará su primer año sin haber ejecutado una sola obra de infraestructura. Nada que envidiarle a Alejandro Giammattei, por el contrario, en muy poco tiempo parece haberlo superado.
Premio al terrorismo, castigo a los más pobres
Lo más vergonzoso pero a la vez hilarante de este gobierno es que recientemente le entregó una orden honorífica muy poco conocida a los 48 Cantones, el grupo de choque de USAID que durante varias semanas mantuvo en vilo a los guatemaltecos, exhibiendo amenazas contra quienes no se unían a los bloqueos y sobornando con centavos diarios a los que accedieron a participar.
Los 48 Cantones ejecutaron una acción criminal contra la economía, el patrimonio y la dignidad de todos los guatemaltecos. La nula respuesta capitalina fue evidente: en la ciudad son totalmente rechazados y en el interior, seguidos por personas que les tienen terror.
Este grupo obstaculizó también la acción penal, con su infame cerco al Ministerio Público que concluyó en fracaso porque su demanda no fue escuchada, pero provocaron mucho daño al país.
Para Arévalo, los criminales y desgastantes bloqueos que violaron todos los derechos humanos existentes, fueron una acción loable y merecedora de la orden «Miguel Orrego Corzo», en honor de un arqueólogo que dedicó décadas a investigar Kaminal Juyú.
De esta manera, el mandatario suma el desprecio total contra los afectados por los bloqueos, con la patente exposición de la postura racista de un gobierno de «izquierda Gucci» que ubica a este grupo de choque indígena en la alacena de las piezas arqueológicas, para que no quede duda del criterio folclorista con el que el gobierno observa a lo que sus propios antropólogos y sociólogos denominan «indio bueno». El pueblo campesino de etnias autóctonas que sigue obedientemente a su patrón ladino y en este caso, también «gringo y europeo».