Campaña 2023: judicialización de la política y enfrentamiento verbal
La característica más evidente de la campaña electoral 2023, además de la carencia de propuestas claras, es la cantidad de denuncias que candidatos y hasta otros personajes, interponen contra sus rivales. Hasta el momento, dos binomios quedaron fuera de la contienda y recientemente, la candidata de VALOR-PU Zury Ríos denunció a Edmond Mulet por pautar propaganda en sus redes personales. Sumado a esta evidente judicialización, el proselitismo quedó reducido al intercambio de señalamientos, lo que se evidencia en los discursos de Mulet, Ríos y Sandra Torres.
Redacción
Pareciera que la «lawfare» implantada por la ex CICIG se contagió al ámbito político y más allá de la persecución penal contra funcionarios presuntamente corruptos, la práctica de denunciar al contendiente es una de las características que definen esta contienda electoral.
Entre las muchas denuncias que lograron o pretendieron impedir candidaturas resalta en febrero 2023, el intento del partido Cabal por impedir la inscripción del binomio Valor-PU, basándose en el famoso artículo constitucional que no permite postularse a familiares de caudillos. La acción de Cabal fue precipitada y los asesores jurídicos de Edmond Mulet no consideraron que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte de Constitucionalidad (CC) habían dado vía libre a Ríos.
También en febrero, el binomio del partido Todos (Ricardo Sagastume y Guillermo González), trataron de impedir la inscripción de Sandra Torres, cuyo compañero de fórmula es el pastor evangélico Romeo Guerra, quien habría renunciado a su condición de guía espiritual días antes de postularse. Aunque los ministros de culto no pueden ser candidatos, según la ley vigente, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), dejó vía libre al binomio de la UNE, rechazando el recurso de Todos.
Quedaron fuera de la contienda
El primer binomio que salió de la competencia electoral fue el de Thelma Cabrera y Jordán Rodas, quien carecía de finiquito luego de que el actual Procurador de los Derechos Humanos, José Alejandro Córdova, denunciara anomalías en la indemnización de Rodas.
Cabe mencionar que si el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP) hubiera designado a otro vicepresidenciable, Thelma Cabrera sería candidata por ese partido, pero el grupo decidió participar en otros puestos de elección.
Poco después se supo que Podemos, con el binomio Roberto Arzú y David Pineda fue impugnado por el Frente de Convergencia Nacional, por supuesta campaña electoral anticipada.
Finalmente, Carlos Pineda, de Prosperidad Ciudadana (PC), a quien las redes y cobertura mediática perfilaban como puntero por su enorme audiencia en Tik Tok, resultó excluido por supuestas anomalías en la asamblea de PC. Curiosamente, el TSE no advirtió dichas anomalías, que fueron denunciadas por el partido Cambio, de los Baldizón (hijos de Manuel Baldizón, quien cumplió condena en EE.UU por vínculos con el narcotráfico y debido a este pasado reciente, no pudo postularse como diputado).
Política judicializada
La denuncia más reciente de un candidato contra otro, es la de Zury Ríos, quien señala a Edmond Mulet por pautar espacios políticos en sus redes sociales. Probablemente inspirado por el éxito como «influencer» de Pineda, Mulet se convirtió rápidamente en un personaje de Tik Tok, con 232.4 mil seguidores y más de 4 millones de «me gusta» en esa red, donde publica los mismos contenidos que en sus cuentas de Twitter y Facebook, en estas dos últimas con mucho menor alcance y mínimas reacciones, como se observa al revisar dichas cuentas.
Según Zury Ríos, el candidato habría pautado Q95 mil en su cuenta de Tik Tok. Elmer Palencia, fiscal de Valor, dijo que lo prohibido no es hacer campaña en este momento, sino pautar ya que esto viola los artículos 221, 222 y 37 Qater de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, relativos a la distribución de espacios en medios de comunicación y uso de redes sociales.
Además de presentarse como consumado deportista y hombre simpático en su Tik Tok, Mulet evita posicionarse ideológicamente, aunque sus acciones lo muestran como inclinado hacia la socialdemocracia, por acciones como el recurso contra la candidatura de Ríos y la conferencia de prensa que organizó para solidarizarse con el periodista Jose Rubén Zamora, lo que le valió que en marzo, la FECI solicitara el retiro de antejuicio para investigarlo por campaña anticipada. A esto, se suma la reciente denuncia de Ríos.
Asimismo, su mención al cambio climático es un claro mensaje de que, como gobernante, podría plegarse a la agenda 2030 e la ONU. Cabe recordar que entre 2015 y 2016 fue jefe de Gabinete de ese organismo internacional.
Campaña sin contenido ideológico, pero con insultos y denuncias abundantes
«Nosotros no promovemos la violencia, ni los ataques a otros partidos, nuestro objetivo es evidenciar los actos de corrupción y señalar las prácticas indebidas que afectan la transparencia de este proceso electoral», dijo Mulet en una de tantas conferencias que ha transmitido en sus redes.
Sin embargo, en las mismas redes divulgó un video donde señala a Ríos y Torres de «cubrirse con la misma chamarra», que sería el partido oficial. Esto, como alusión a las actuaciones de los partidos Vamos y UNE en el Congreso, donde más de una vez avalaron al oficialismo.
La respuesta de las aludidas no se hizo esperar, y mientras Torres le respondió con calificativos como «viejo pendejo» y «lobo con piel de oveja», además de misógino, Ríos no vaciló en acudir a una instancia que podría serle más favorable que la confrontación verbal y luego de monitorear las redes de Mulet, concluyó que lo más procedente sería denunciarlo por pautar casi cien mil quetzales en Tik Tok.
En medio de todos estos hechos, que pueden parecer folclóricos y motivar más de una sonrisa, resulta grave que el TSE haya inscrito a tantos candidatos cuyas inscripciones pueden ser impugnadas hasta el último momento.
¿Quién pierde? Evidentemente, los candidatos excluidos, pero mucho más allá, la ciudadanía está en un mar de confusión y sin un panorama claro a pocos días de la elección. Y especialmente, la credibilidad del TSE, que comienza a ser un mito.