Camagro denuncia por puente Mocá: “El abandono del CIV pone en riesgo vidas y productividad”
El colapso parcial del puente Brisas del Mocá, en Chicacao, Suchitepéquez, no solo refleja el impacto de las lluvias de la temporada, sino —según la Cámara del Agro (Camagro)— la consecuencia directa de dos años de abandono en el mantenimiento de la red vial del país.
Redacción
La emergencia fue reportada la noche del 20 de agosto, cuando el tránsito quedó reducido a un carril auxiliar habilitado de urgencia por la Unidad Ejecutora de Conservación Vial (Covial).

“El cierre del puente Mocá refleja el deterioro acumulado por dos años sin mantenimiento a puentes y carreteras. Esta situación pone en riesgo a miles de guatemaltecos y afecta la productividad del país”, señaló la gremial en un comunicado.
Mientras tanto, el Ministerio de Comunicaciones (CIV) improvisaba evaluaciones técnicas para determinar si el puente debe repararse o sustituirse por completo.
Ejecución en números rojos
Más allá del derrumbe parcial, Camagro apunta a un problema de fondo: la ineficiencia del CIV, cuya ejecución presupuestaria apenas ronda el 30% al mes de agosto de 2025. En otras palabras, mientras las carreteras se desmoronan, los fondos permanecen sin uso en las arcas estatales.
Este patrón no es nuevo. Según investigaciones de prensa, el CIV lleva al menos dos años consecutivos ocupando los últimos lugares en ejecución, un “talón de Aquiles” que desnuda la incapacidad institucional para atender la infraestructura nacional.

Llamado directo a funcionarios
Camagro exigió al ministro de Comunicaciones, al viceministro de Infraestructura y al director de Covial cumplir con sus responsabilidades y dejar de justificar la parálisis con excusas burocráticas: “ejecutar con transparencia, calidad y urgencia el mantenimiento vial que el país necesita”.
Mientras tanto, miles de vecinos y transportistas dependen de un puente debilitado que conecta una zona atravesada por 18 ríos, incluido el Mocá, que en temporada de lluvias suele desbordarse. La inacción del Gobierno amenaza no solo la movilidad, sino la seguridad y la economía de una región entera.
