Bruselas propone relajar requisitos ambientales de la PAC para aliviar carga burocrática a agricultores
Abre la puerta a reformar la PAC acordada por la Eurocámara y los Estados miembro en 2021.
Por dpa/EP
La Comisión Europea ha propuesto este jueves relajar algunos de los requisitos medioambientales de la Política Agraria Común (PAC) que deben cumplir las explotaciones agroganaderas para aliviar la carga administrativa que deben soportar, en una nueva muestra de solidaridad con el sector que busca aplacar las movilizaciones que han aflorado a apenas cuatro meses de las elecciones europeas.
Bruselas ha materializado así lo que ya avanzó la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, quien a principios de febrero dijo que trabajaría junto a la presidencia del Consejo, que corresponde este semestre a Bélgica, en una rebaja de la presión burocrática para el sector agroganadero.
Este documento, que se debatirá con los Estados miembro en el marco de la reunión de ministros de Agricultura del próximo lunes en Bruselas, enumera una serie de acciones a corto y medio plazo que pueden adoptarse para lograr la simplificación y que servirá de base para los debates y la acción conjunta con los países de la UE.
Para recibir el apoyo de la PAC al que tienen derecho, los agricultores deben respetar un conjunto mejorado de nueve normas beneficiosas para el medio ambiente y el clima conocidas como ‘BCAM’, un principio de condicionalidad que se aplica a cerca del 90% de la superficie agrícola utilizada en la UE y desempeña un papel importante en la integración de prácticas agrícolas sostenibles.
En su propuesta de este jueves, la Comisión propone simplificar algunos de los requisitos de condicionalidad de estas normas, al reconocer que su implementación ha sido «difícil» ha resultado difícil de implementar en determinadas circunstancias.
La Comisión ya ha actuado concediendo para 2024 una exención parcial de las normas sobre tierras en barbecho, las llamadas ‘BCAM 8’ y plantea ahora cambiar también la ‘BCAM 1’, que obliga a mantener estables las superficies de pastos permanentes en la UE desde el año de referencia 2018.
El plan es modificar estas normas antes de mediados de marzo para garantizar que se tengan en cuenta los cambios estructurales provocados por la reorientación del mercado y la reducción de la cabaña ganadera, lo que garantizará que los agricultores no se vean penalizados en su trabajo y contribuirá a reducir las cargas, ya que habrá que reconvertir menos superficies en pastos permanentes.
Por otro lado, Bruselas propone simplificar la metodología de determinados controles, con el objetivo de reducir hasta en un 50% el número de visitas a las explotaciones por parte de las administraciones nacionales –una medida que responde directamente a las peticiones de los Estados miembro– además de racionalizar y clarificar la forma de evaluar la calidad del sistema de seguimiento de las superficies.
La tercera de las medidas planteadas consisten en aclarar el uso del concepto de fuerza mayor y circunstancias excepcionales, un término jurídico que permite eludir sanciones a los agricultores que no puedan cumplir todos sus requisitos de la PAC debido a acontecimientos excepcionales e imprevisibles ajenos a su control, como en casos de sequías o inundaciones graves.
Medidas adicionales
El documento del Ejecutivo comunitario también menciona otras medidas a medio plazo que podrían aliviar las carga burocrática de los agricultores, especialmente de los más pequeños, y que incluye la posibilidad de proponer cambios a tal efecto en los reglamentos de base de la PAC acordados por el Parlamento Europeo y el Consejo en 2021.
Una de las posibilidades adicionales que perfila la propuesta consiste en eximir a las pequeñas explotaciones de menos de 10 hectáreas de los controles relacionados con el cumplimiento de los requisitos de condicionalidad (BCAM), lo que simplificaría considerablemente el trabajo diario de los pequeños agricultores, que representan el 65% de los beneficiarios de la PAC, al tiempo que mantendría las ambiciones medioambientales, ya que estas sólo cubren el 9,6% de las superficies que reciben ayudas de la PAC.
Además, si a medio plazo se modificaran los reglamentos de base, podrían revisarse las ‘BCAM’ sobre las tierras en barbecho, sobre la rotación de cultivos y sobre la ocupación del suelo, con el fin de reducir aún más la carga para los agricultores.