Bernardo Caal denuncia mentiras (contando otras)
Desde la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el llamado «defensor del río Cahabón», Bernardo Caal, señaló al gobierno anterior de «contar mentiras» sobre la consulta popular en torno a la hidroeléctrica Oxec. Ademas, pidió a Bernardo Arévalo que rectifique la postura gubernamental sobre este tema.
Redacción
La página oficial de las hidroeléctricas Oxec asegura que «fueron los primeros proyectos en Guatemala para los cuales se llevó a cabo el proceso de consulta de acuerdo a lo establecido en el Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo, OIT».
La misma página asegura que hubo diálogo conjunto entre las 11 comunidades y los proyectos, coordinados por el Ministerio de Energía y Minas.
Resulta poco creíble que una empresa de esa envergadura se tome el trabajo de mentir sobre un tema tan delicado y utilice impunemente el nombre de las 11 comunidades aledañas, ya que esto podría acarrearle a dicha empresa problemas muy serios.
La otra cara de la moneda es el «indígena defensor del río Cahabón», cuya afición a presentar una realidad alterna a su conveniencia es bastante conocida. De hecho, en el comentario que Caal publicó en redes, asegura que jamás se realizó dicha consulta y esto fue porque estuvo preso gracias a que «defendía el río». Ahora que salió de la cárcel, dice, puede acudir a Suiza para denunciar ante la ONU que la consulta no se realizó.
Y esta sería una tremenda imprecisión (o mentira), del ex sindicalista magisterial, ya que no salió recientemente de la cárcel. Cumplió su condena en 2022.
¿Defensor del río o simple delincuente?
En 2021, una nota de República , titulada Las mentiras de la BBC sobre el «profesor maya» Bernardo Caal, enumeró los elementos de la historia distorsionada que la izquierda presenta al reseñar la vida y acciones de Caal, sancionado primero por el Ministerio de Educación ya que cobro´salarios durante todo el año 2012 sin presentarse a trabajar, en una pequeña escuela rural de una aldea, y después acusado por robo agravado y detención ilegal de cuatro personas.
Caal no es profesor. Fue destituido por cobrar salarios sin trabajar. Este detalle es importante, ya que el «líder maya» detenta una ideología que supuestamente defiende y aboga por los más pobres, aunque no tuvo compasión con los niños a su cargo y eligió abandonarlos, privándolos de la enseñanza, para ejercer sus «tareas» sindicales.
Como «defensor del río», su única acción fue robar equipo de la hidroeléctrica y secuestrar o retener ilegalmente a cuatro empleados. Esto le valió siete años de cárcel, aunque salió antes de cumplir su pena.
Dos años después de su liberación y cuando la coyuntura parece favorable a activistas similares a él, Caal reaparece en la sede de la ONU, asegurando que Oxec no realizó la consulta. Empero, omite mencionar los programas de responsabilidad social de dicha empresa, y ni siquiera acude a Suiza acompañado por habitantes de las comunidades aledañas.
Caal es otro de tantos dirigentes surgidos al amparo del financiamiento externo, que se pliegan por completo al neocolonialismo que pretende gobernar Guatemala, sin importarles la soberanía, palabra de la que se burlan. Su reaparición parece augurar nuevos ataques contra los proyectos mencionados, ya que el Alto Comisionado de la ONU se manifestó a favor de Caal cuando este fue preso.
El caso de Oxec es similar al de la minera San Rafael en Santa Rosa y otros similares: si la «lucha social» logra que cambie de dueño, el proyecto automáticamente se convertirá en «bueno y beneficioso», mientras Caal pasará a defender otra causa.