Bernardo Arévalo y su discurso revolucionario ¿Acaso busca imitar la época de su padre?
No es un secreto que Bernardo Arévalo usa el nombre de su padre para consolidar su imagen. Desde el momento que inició su campaña, revivió el recuerdo de Juan José Arévalo Bermejo y prometió “una nueva primavera”. Aunque esto le ayudó a ganar simpatizantes. Su popularidad, solo creció gracias a las jornadas de protestas que vive Guatemala y el discurso contra los “golpistas” y «enemigos de la patria», palabras que resonaban en octubre de 1944.
Redacción
Este 20 de octubre, Bernardo Arévalo pronunció un discurso en el centro cívico frente al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
En su intervención, Arévalo recordó el legado de su padre y prometió una “nueva primavera”. Tal parece que el presidente electo busca llegar al poder al igual que su progenitor. En medio de un estrepitoso movimiento social que lo aclame como el heroico “caudillo”.
A menos de 75 días de la toma de posesión, Arévalo no está interesado en colaborar para poner fin a la jornada de 20 días de bloqueos. Por el contrario, cada vez que brinda una declaración deja ver que la única forma de recuperar la estabilidad es dar a los líderes de los 48 Cantones de Totonicapán, lo que piden.
Arévalo se empecina en llamar “manifestaciones pacíficas” a los bloqueos ilegales que durante 19 días han paralizado el curso de la economía, educación, salud y trabajo de los guatemaltecos. Y tal como Pilatos, se lava las manos en lugar de asumir la responsabilidad como incitador de estas acciones.
“Esa tiranía de múltiples cabezas, es ese monstruo herido, agonizante que está dando coletazos. Hoy intenta negarle definitivamente al pueblo el derecho a conducir la historia, el derecho a elegir su propio destino, el derecho a florecer en paz y libertad. Pero el pueblo de Guatemala no se rinde”, dijo Arévalo.