Bernardo Arévalo, a las puertas de una administración que podría ser desastrosa
Que Arévalo parece ser el peor de sus enemigos, lo proclama cada una de sus acciones, que lo alejan de quienes pudieron ser su base social para un gobierno de consensos, y cada una de sus declaraciones, marcadas por la contradicción. Ya es vox pópuli, al punto de convertirse en chiste popular, que «los asesores de Semilla parecen malaconsejar al próximo gobernante».
Uno de los últimos desaciertos de Arévalo es su innumerable cantidad de viajes al exterior, donde ha buscado el aval de mandatarios como el beliceño, el costarricense y el dominicano, amén de sus múltiples visitas relámpago a Estados Unidos, donde según opiniones, acude en busca de lineamientos y posiblemente también otro tipo de apoyo.
Con EE.UU. las cosas no pintan bien. El inminente juicio político a Joe Biden hace tambalear los cimientos mismos del Partido Demócrata, principal aliado de Semilla. Arévalo asumirá la presidencia diez meses antes de que en el país del Norte se celebren elecciones generales. El panorama podría modificarse y de no ser electo un presidente demócrata, que además sea del ala afín a Biden, la situación para el mandatario chapín podría tornarse difícil.
En cuanto a sus otros aliados, recientemente el Parlamento Europeo avaló un pronunciamiento simbólico de los representantes ultraizquierdistas sobre Guatemala, basado exclusivamente en la versión de quienes pretenden evitar que el Ministerio Público investigue los supuestos delitos de Semilla y del Tribunal Supremo Electoral.
Es grave que tanto miembros de ese parlamento como sus patrocinados en Guatemala y aún en otros países, intentaron presentar el pronunciamiento como una inminente sanción económica contra Guatemala, cuando la realidad es que el documento de marras se limitó a «recomendar a la presidente del parlamento que divulgue esta situación». Similar papel juegan los medios de comunicación afines a Arévalo, que pronto serán la prensa oficialista.
Entretanto, extraviado en la búsqueda de apoyo internacional, el electo olvidó lo que podría ser más importante: los dos millones de guatemaltecos que según el TSE, votaron por él. Durante la campaña, Arévalo fue visto caminando por las zonas uno y dos de la capital, interactuando con los vecinos. Asimismo, Semilla promocionaba en redes las visitas al interior.
Sin embargo, desde que fue electo, no se sabe de una sola visita ni a los barrios capitalinos, ni al interior de la república. Esto incide negativamente en sus pretensiones de «buscar consensos sociales» para incidir en un Congreso donde aparentemente tendrá muchos factores en contra. Es probable que, cuando necesite, convoque a la población para presionar al Congreso, como también es probable que (nuevamente), su nulo poder de convocatoria quede evidente.
El supuesto mayor aliado de Semilla: los 48 Cantones, más que un aliado es un «compañero de camino». Una ONG financiada por los mismos patrocinadores de Arévalo pero con agenda propia. Un grupo de campesinos que se desarraigó temporalmente de su terruño para acampar infructuosamente frente a la sede del Ministerio Público, bajo las inclemencias del tiempo y cuya participación subordinada quedó patente en la conferencia de prensa, donde las «autoridades ancestrales» aparecen relegadas en una esquina, todos de pie, mientras el comité del partido y sus candidatos electos, toman el rol protagónico, en una estampa digna de la época colonial.
Similar es el caso del activista pro Semilla Sergio Morataya, detenido en el Paraninfo Universitario con aparentes cocteles Molotov y una computadora que motiva suspicacias. Morataya, junto con otra activista, son «ninguneados» por el partido ganador de la segunda vuelta, por el que arriesgaron tiempo, esfuerzos e incluso su libertad. Hasta ahora, ni Arévalo ni Semilla se pronunciaron sobre las detenciones ni manifestaron ninguna posición a favor de su promotor más entusiasta. Este hecho seguramente servirá para que otros prospectos de activistas pro Semilla, lo piensen antes de entregarse en cuerpo y alma a un proyecto que podría desconocerlos públicamente si tienen un tropiezo semejante.
En cuanto al Congreso, las pocas semanas que Arévalo tuvo para «remendar» su imagen en el Organismo Legislativo y afianzar alianzas (que pudo hacerlo), las dedicó a sus viajes internacionales y convocatorias locales de protestas fallidas, faltando incluso a la discusión del presupuesto que era de interés especial para su futura administración, pese a que religiosamente ha cobrado todos sus emolumentos de diputado.
Por último, el fallo de la Corte de Constitucionalidad es clarísimo y refrenda lo que esa corte había dicho anteriormente: la transición de mando el 14 de enero es un hecho, como también lo es que el MP seguirá su investigación hasta las últimas consecuencias. Esto, claramente indica que Arévalo mantendrá la espada de Damocles del antejuicio que ya está sobre su cabeza desde que el MP dio a conocer algunos detalles del caso Corrupción Semilla.