Armonía nacional: Hoy se celebra el Día de la Marimba
En el corazón de Guatemala, la marimba, instrumento de sonidos vibrantes y tradición ancestral, es homenajeada en el Día de la Marimba, que se celebra cada 20 de febrero. La marimba, que ha dejado una huella imborrable en la identidad de Guatemala y más allá de sus fronteras.
Redacción
Así, en este Día de la Marimba, se celebra la tradición, la innovación y la conexión entre la música y la identidad cultural de Guatemala. Una celebración que destaca la marimba como no solo un instrumento musical, sino como un símbolo vibrante de la riqueza y diversidad de la herencia guatemalteca.
El origen de la marimba fusiona la raíz maya, española y africana de Guatemala. Se dice que el quetzalteco Sebastián Hurtado construyó la primera marimba de doble teclado, transformando la evolución de este instrumento en uno más complejo y versátil.
Este día también es propicio para recordar algunas piezas emblemáticas en marimba, como «Ferrocarril de Los Altos» de Domingo Betancourt, «Tenis Club» de Rocael Hurtado, «Noche de luna entre ruinas» de Mariano Valderde, «Añoranza» de Víctor Wotzbelí Aguilar, «Lágrimas de Thelma» de Gumercindo Palacios, «Mi bella Guatemala» de Gérman Alcántara, entre otras composiciones que resuenan con la esencia cultural de Guatemala.
El 17 de octubre de 1978, animados por Rafael Téllez García, un grupo de congresistas logró que el Congreso de la República emitiera el Decreto No. 66-78, declarando a la marimba como el Instrumento Nacional de Guatemala. Desde entonces, este decreto ha consolidado la posición de la marimba como un símbolo patrio, reflejo de la riqueza cultural del país.
La Marimba de Guatemala recibió un reconocimiento aún más amplio el 12 de febrero de 2015, cuando la Organización de los Estados Americanos (OEA) la declaró «Patrimonio Cultural de las Américas». Este prestigioso título resalta la contribución única de la marimba al panorama musical mundial. Construida con diversas maderas, incluyendo la especial madera de hormigo, este instrumento ha sido una fuente de inspiración para músicos y compositores a lo largo de los años.
El compromiso de Guatemala con la preservación del árbol de hormigo y otras especies forestales utilizadas en la construcción de la marimba se refleja en el mencionado Decreto 66-78. Esta medida destaca la conexión entre la música y la conservación del entorno natural, reafirmando el respeto por la flora maderable que da vida a este apreciado instrumento.
El Día de la Marimba no solo es una celebración musical, sino también una oportunidad para reflexionar sobre la riqueza de la cultura guatemalteca.
Tecún Umán: Un Símbolo Inmortal en la Historia de Guatemala
La figura del príncipe k’iche’ Tecún Umán se erige como un símbolo eterno en la identidad guatemalteca, siendo oficialmente reconocido como Héroe Nacional el 22 de marzo de 1960, mediante el Decreto No. 1334 emitido por el Gobierno de Guatemala.
Cada 20 de febrero, desde entonces, se dedica a honrar la memoria de Tecún Umán, recordando su valentía y su papel fundamental en la historia del país. Su legado va más allá de las páginas de los libros, permeando en la esencia misma de la nación y conectándose con las raíces indígenas.
La presencia de Tecún Umán en el imaginario colectivo guatemalteco se nutre de diversas fuentes, entre ellas, los llamados Títulos de Tierras. Estas narraciones indígenas fusionan historia y leyenda, ofreciendo una visión rica y compleja de la batalla y el sacrificio que llevaron al reconocimiento de Tecún Umán como un líder indígena valiente.
Las Cartas de Relación y las crónicas españolas también contribuyen a la riqueza de la historia de Tecún Umán. Estos documentos históricos proporcionan perspectivas diferentes sobre los eventos que rodearon la vida y la muerte de este héroe guatemalteco, enriqueciendo aún más su significado en la narrativa nacional.
Los títulos de la casa Ixquin-Nehaib narran con detalle la épica batalla en los Llanos del Pinal, cerca de Xelajú (Quetzaltenango). Según estas crónicas, el capitán Tecún Umán se elevó en el vuelo, transformándose en un águila majestuosa. Sus alas, compuestas de plumas que brotaban de su propio ser, llevaban consigo tres coronas: una de oro, otra de perlas y la tercera de diamantes y esmeraldas. Estos relatos no solo resaltan la valentía y la destreza de Tecún Umán en el campo de batalla, sino que también destacan su conexión con la espiritualidad y la cosmovisión indígena, convirtiéndolo en un símbolo trascendental que perdura a lo largo del tiempo