Arévalo y otros responsables del caos por los bloqueos
Bernardo Arévalo convocó de forma incendiaria a las mal llamadas protestas, en realidad bloqueos ilegales que afectaron severamente no solo a la economía nacional, sino a miles de guatemaltecos de clase media y especialmente, a los agricultores cuya próxima cosecha depende de préstamos que no podrán pagar, porque perdieron la cosecha actual gracias a los grupos que sembraron el terror en el interior y mantienen una atmósfera de hostilidad frente a la sede del Ministerio Público (MP).
Las pérdidas son incalculables y por el momento no hay un dato preciso, pero más de una cámara empresarial y pequeños comerciantes hablan de varios millones, Esto, seguramente, tendrá un efecto devastador en la recaudación tributaria, una de las fuentes que nutren el Presupuesto General de la Nación.
Además de los evidentes daños a la economía, que ya se manifiestan en precios absurdamente altos, el mayor daño de estos bloqueos violentos fue a la gobernanza. El «tejido social», ese término del cual la izquierda abusa, está severamente deteriorado y la el odio entre los grupos que bloquearon, extorsionaron y amenazaron vs. los afectados, afloró en diversos hechos de violencia.
Ilustrativa fue la afirmación de un «líder ancestral» que luego de azotar a personas que solo querían transitar libremente, aseguró: «solo fueron unos azotes y lo haremos a quienes no obedezcan». ¿Por qué sería Arévalo responsable de estos abusos? Precisamente porque él fue quien convocó a la protesta, exclusiva de grupos afines a Semilla que piden la destitución de los funcionarios que investigan irregularidades en la elección y la extensión del tiempo electoral para evitar dicha investigación.
Además de convocar, el aún diputado y presidente ganador del balotaje, felicitó a los grupos que bloquearon el tránsito por sus acciones. Esta es la parte de responsabilidad que le toca y que no evita la responsabilidad del presidente Alejandro Giammattei, cuya inacción para parar el desastre es más que evidente. Convocar a una mesa de diálogo fue un tibio paliativo ante la gravedad de los hechos y entretanto, junto con la obstrucción de la justicia en la entrada del MP, en todo el país la delincuencia comienza a incrementarse.
Uno por convocar a la protesta y el otro por no reaccionar con todo el peso de la ley, la crisis actual tiene dos grandes responsables: Alejandro Giammattei y Bernardo Arévalo.
Los ciudadanos trabajadores esperan que a partir de mañana, cuando concluye el proceso electoral según dictamen de la Corte de Constitucionalidad en un amparo solicitado por el propio Arévalo, para garantizar la transición, el MP comience a develar los entresijos de la famosa investigación que podría cambiar muchas cosas en el panorama actual y apagar la mecha de la anarquía encendida cuando el ganador del balotaje convocó a protestas para «defender la democracia».