Antes de ser destituida, Ligia Hernández presentó su renuncia
La ley de Probidad no permite que personajes ligados a proceso penal sean funcionarios. Sin embargo, Ligia Hernández, ex diputada oficialista y directora del Instituto de la Víctima, había retomado su puesto hace algunos días. Esto motivó diferentes críticas y hoy, conforme a lo que ordena la ley, Hernández presentó su renuncia.
Redacción
Para no seguir en prisión, Hernández se acogió a la aceptación de cargos y reconoció todos los delitos que se le atribuyen, vinculados al caso Corrupción Semilla, en el cual habría sido una de las militantes de esa agrupación responsables de garantizar la legitimidad de miles de firmas falsas.
Pese a que reconoció su culpa, la ex funcionaria intentó retomar labores en el Instituto de la Víctima, olvidando que su condición de convicta le veda ejercer un puesto en el gobierno, debido a la ley vigente, según la cual los funcionarios deben ser personas probas y sin procesos penales.
Hernández renuncia hoy y asegura en su carta a Bernardo Arévalo y otra misiva dirigida a la ciudadanía, que si bien tiene «la capacidad y la voluntad firmes, no existen condiciones para ejercer el cargo como la población lo merece». En ningún momento menciona que no puede ejercer el cargo por el proceso penal en su contra.
En cualquier caso, la irregularidad evidente cuando Hernández retornó a su puesto oficial, quedó resuelta con su renuncia, y cabe mencionar que probablemente iba a ser destituida, no por insistencia del gobernante, sino porque seguramente, más de un ciudadano podría interponer una denuncia apegada a la ley que impide a los convictos dirigir instituciones del Estado.