¿Aliados o invasores? El papel de EE.UU. en la Justicia de Guatemala
La visita de Todd Robinson, subsecretario de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) de EE.UU., a José Rubén Zamora y Stuardo Campo, despierta inquietudes sobre la injerencia estadounidense en los procesos judiciales de Guatemala.
Redacción
Robinson, quien lideró un Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad entre EE.UU. UU. y Guatemala del 2 al 5 de octubre, parece desempeñar un papel más como interventor que como aliado, en un momento crítico para la justicia guatemalteca.
Esta visita no solo se presenta como un acto de apoyo a la lucha contra la corrupción, sino que también ilustra la manera en que el gobierno de Biden busca influir en la política y el sistema judicial del país.
Zamora, fundador de elPeriódico , y Campo, exfiscal, están encarcelados por procesos impulsados por el Ministerio Público (MP). Al visitar a estos dos personajes, Robinson refuerza la narrativa de que EE.UU. está dispuesto a intervenir en la soberanía guatemalteca bajo el pretexto de defender el Estado de derecho y la lucha contra la corrupción.
El apoyo del INL y del Departamento de Estado ha sido especialmente relevante en la protección de figuras políticas fugitivas, como Thelma Aldana y Juan Francisco Sandoval. Aldana, exfiscal general, y Sandoval, ex jefe de la FECI, se han convertido en símbolos de la campaña mediática en contra del MP y jueces.
La administración Biden-Harris a proporcionar un refugio a estos fugitivos, lo que plantea serias dudas sobre la sinceridad de su compromiso con la lucha contra la corrupción en Guatemala.
La reciente declaración de Robinson sobre el compromiso del INL con el fortalecimiento del Estado de derecho resulta como una advertencia. Mientras el asistente reafirma el apoyo estadounidense, surgen preguntas sobre las verdaderas intenciones detrás de tales declaraciones.
En lugar de fomentar una verdadera reforma judicial, la administración Biden parece estar más interesada en preservar a sus aliados en la región, aun cuando esto implique desestabilizar aún más el sistema judicial guatemalteco.
La visita de Robinson se produce en un contexto en el que el Congreso de Guatemala enfrenta presiones internas y externas para reformar su sistema judicial. En este sentido, la injerencia de EE. UU. no solo amenaza con debilitar la soberanía del país, sino que también podría tener un efecto perjudicial en el proceso de renovación negativo que actualmente se lleva a cabo.