Alemania amplía controles a todas sus fronteras para limitar inmigración
Alemania amplió hoy los controles a todas sus fronteras en un esfuerzo por limitar la inmigración ilegal, una medida que, según los críticos, amenaza las normas de libre circulación del espacio Schengen.
Por dpa/EP
La policía alemana tiene previsto poner en marcha controles en los pasos con Luxemburgo, Bélgica, Países Bajos y Dinamarca, ampliando los controles previos en los pasos con Polonia, República Checa, Austria, Suiza y Francia.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, que ordenó los controles, ha prometido que los viajeros transfronterizos no deben esperar grandes perturbaciones del tráfico.
Faeser registró formalmente los nuevos controles ante la Comisión Europea hace una semana, alegando que son necesarios debido al elevado número de inmigrantes que llegan a Alemania. En principio durarán seis meses, pero podrían prorrogarse. Los controles en la frontera con Austria llevan en marcha desde 2015.
Mientras la policía alemana comenzaba a realizar controles en la frontera holandesa, tres traficantes de drogas fueron detenidos a primera hora de hoy.
Los tres hombres huyeron de un control en la autopista A30, cerca de la localidad de Bad Bentheim, y finalmente fueron capturados con hachís en el maletero de su coche a 30 kilómetros de distancia.
También se iniciaron controles en la frontera con Dinamarca, donde las autoridades del estado de Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania, no reportaron incidentes. La medida suscitó las críticas de la pequeña minoría danesa del estado.
Miles de trabajadores transfronterizos se enfrentan ahora a controles dos veces al día, ya que Dinamarca tiene controles en su frontera desde hace años.
Un funcionario del Sindicato Alemán de Policía (GdP) advirtió hoy de que los controles fronterizos suponen un «reto importante» para las fuerzas policiales del país y no pueden ser exhaustivos.
«Tenemos 1.400 kilómetros solo en la frontera occidental, además de los 2.400 kilómetros que ya cubrimos en las fronteras oriental y meridional», dijo Andreas Rosskopf. Y añadió: «Es casi imposible hacerlo sin lagunas».
«Dada la longitud de la frontera, no es posible realizar controles permanentes e intensivos», previno el representante sindical, que expresó sus dudas acerca del éxito que puedan tener los nuevos controles.
Rosskopf señaló que las medidas requerirán la cooperación entre las distintas fuerzas policiales del país. «Esto supondrá un reto más que importante para la Policía Federal, tanto en términos de personal como de equipamiento. Solo podremos hacerlo con la incorporación de fuerzas potentes de nuestra policía antidisturbios».
También continuarán los controles en las estaciones de ferrocarril y los aeropuertos alemanes, según precisó Rosskopf.
Aunque los 29 países firmantes del Acuerdo de Schengen, que incluyen a la mayoría de los miembros de la Unión Europea, así como a Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein, permiten en general la libre circulación a través de sus fronteras interiores, han vuelto los controles en algunos pasos debido a la situación de los migrantes y a la amenaza del terrorismo islámico.
Los controles fronterizos permiten a las autoridades devolver a los migrantes, un procedimiento mucho más sencillo que deportarlos tras su entrada. Desde octubre de 2023, Alemania ha devuelto a unos 30.000 migrantes sin derecho legal a entrar en el país.
La cuestión de la migración volvió a ocupar un lugar destacado en la agenda política cuando el mes pasado un sirio que debía ser deportado mató a tres personas en la ciudad occidental de Solingen.