Agricultores alemanes protestan en el aeropuerto de Fráncfort
Cientos de agricultores se manifestaron hoy contra la expiración de las exenciones fiscales para el gasóleo agrícola con una marcha de protesta en torno al aeropuerto de Fráncfort.
Por dpa/EP
Un portavoz de la policía aseguró que los agricultores se pusieron en marcha hacia el aeropuerto hacia las 6 de la mañana, hora local. Se anunció la participación de alrededor de 2.000 tractores, pero según fuentes policiales solo acudieron unos 400.
Los agricultores tenían prevista que su marcha de protesta se desarrollase alrededor del recinto aeroportuario, el mayor del país. Las autoridades policiales contaban con que se producirían cortes de carreteras hasta la tarde.
El operador Fraport pidió a los viajeros y usuarios que se desplazaran al aeropuerto en transporte público o que se tomaran más tiempo para el desplazamiento en coche. Aunque hubo breves interrupciones por la mañana, no se produjo ningún caos importante, según la Policía.
Los agricultores no eligieron el aeropuerto de Fráncfort por casualidad. La protesta ya no era solo por el gasóleo agrícola, sino por la competencia desleal, según varias de las organizaciones de agricultores participantes.
«Lo que se aplica a la aviación debe aplicarse también a nosotros, los agricultores. El combustible de aviación sigue sin estar sujeto a impuestos porque ello pondría a la aviación alemana en desventaja competitiva», explicaron los agricultores.
Añadieron que el aeropuerto de Fráncfort y el sector de la carga simbolizan la integración de la economía y la agricultura alemanas en las cadenas de suministro y los mercados mundiales.
La coalición gubernamental alemana ya ha matizado sus planes de ahorro en agricultura para el presupuesto de 2024. Las exenciones fiscales al gasóleo agrícola no se suprimirán de golpe, sino que se irán eliminando gradualmente en los próximos años.
Debido a esta supresión, los agricultores llevan semanas protestando en todo el país. Las manifestaciones también se refieren a lo que los agricultores consideran una normativa demasiado estricta y un exceso de burocracia